Luego de que en el mismo día (17 de octubre) Victoria Villarruel compartiera una foto de Isabel Perón en sus redes sociales e inaugurara un busto de la ex presidenta en Casa Rosada, la vicepresidenta logró enojar a propios y ajenas. Libertarios y peronistas criticaron a la titular del Senado, y los cuestionamientos desde adentro de Casa Rosada no tardaron el llegar. 

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acusó a Villarruel de intentar hacer "un camino separado del Gobierno” y distanció al resto del Ejecutivo de la decisión de reivindicar a Isbelita.

Bullrich consideró que la gestión de Isabel Perón había sido "muy mala" y dejó en claro que no compartía la postura de la vicepresidenta.

Además, opinó que Villarruel “tuvo muchos gestos con el peronismo” y que la vicepresidenta "debería seguir la línea presidencial". 

"Haber inaugurado el busto de Isabel es un gesto de querer tener agenda propia", insistió la ministra.