El día que el Papa Francisco evitó un bombardeo a Siria

No han sido escasas y ciertamente tampoco de leve importancia las mediaciones por la paz del Papa Francisco, fallecido este lunes. El eterno líder religioso ha sabido pilotar a través de tiempos violentos, "luchaba contra la Tercera Guerra Mundial en pedazos”, y las anécdotas de sus años al frente de la Iglesia Católica así lo comprueban. Y en Diagonales Stream, el exembajador en El Vaticano Eduardo Valdés reveló una de las más impactantes: el día que el Sumo Pontífice evitó un bombardeo a Siria.

“Él empezó muy mal con Barack Obama”, cuenta el diputado nacional. La historia se remonta a 2013, aproximadamente un mes y medio después de la asunción de Jorge Bergoglio al sillón más importante de la Iglesia Católica. Por entonces, el Presidente de los Estados Unidos anunció la decisión de la Casa Blanca de bombardear Siria. Llegado el domingo, el Papa expresó su veredicto: “Dijo ‘no’ a la invasión y convocó a que el sábado siguiente haya una jornada mundial de oración para impedir la invasión a Siria”. Valdés se sorprendió: “¿El Papa cree que con una oración va a parar la decisión del Gobierno de Estados Unidos?”.

Sin embargo, relata el dirigente, “el lunes siguiente, Obama desistió de invadir Siria”. Poco después le preguntó al Sumo Pontífice por qué, si los católicos rezan los domingos, él había convocado a rezar el sábado. “Ahí estuvo la clave”, le contestó Francisco: “Me dijo: ‘Mirá, Eduardo. Yo soy el jefe de los católicos, yo puedo ordenar que recen un sábado. Lo que a mí me interesaba era que recen los musulmanes y que recen los judíos, que rezan los sábados, igual que los bautistas, que es la Iglesia de Obama’”.

Valdés concluye: “Parece que ese día sábado en Estados Unidos fue multiplicada la feligresía a rezar a los templos y Obama se vio sobrepasado, y el día lunes anunció lo que anunció. En los diarios de esos días parecía que habían elegido como Papa a un antinorteamericano. Que después termine pidiéndole el Presidente de Estados Unidos que él sea el mediador para retomar las relaciones con Cuba habla de la grandeza de las personas, tanto de Francisco como de Obama. Yo rescato eso: cómo no claudicaba con sus valores. No temía discrepar, pero después te tendía el brazo para caminar juntos”.