EN OFFSIDE: Cuando Milei votaba en contra del acuerdo con el FMI
El Presidente, en sus días como diputado, rechazó las negociaciones de la administración de Alberto Fernández con el organismo multilateral, pero hoy pide que los legisladores lo acompañen. “Nosotros queremos vivir en libertad y este ajuste lo tiene que pagar la casta política. Los liberales vamos a votar en contra de esta porquería”, había afirmado.
Las palabras se las lleva el viento, y si hay urgencia política, todavía más. En uno de los pasajes más importante de su discurso en la apertura de sesiones del Congreso, el presidente Javier Milei debió bajar el tono de acusaciones que suele utilizar contra los legisladores, a quien no duda en llamarlos “ratas”, y debió rebajarse a pedirles su ayuda en un tema trascendental para el mandatario: el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Esperamos que este Congreso adopte la misma postura que tuvieron con todos los demás, que es acompañar desde sus bancas apoyando al Gobierno en este nuevo acuerdo”, sostuvo el 1ero de marzo cuando anunció que enviaría al Poder Legislativo el proyecto que deberá contar con el respaldo de las dos Cámaras, como plantea el organismo multilateral.
A sabiendas de que la “rosca” que encendió con su pedido puede generar nuevas rispideces con los gobernadores y los bloques legislativos que hoy se plantean una cierta distancia con la Casa Rosada, afloran las negociaciones para retomar el debate por el Presupuesto 2025, que el Gobierno dio de baja en noviembre.
Lo cierto es que mientras que ahora Milei debe apelar nuevamente con la “oportunidad histórica” para seducir a los bloques parlamentarios y que vuelvan a darle la mano, como con casi todas sus iniciativas en el primer año de gestión “libertaria”, poco se habla de las consecuencias que podría tener darle la luz verde al Gobierno.
Como ya había anticipado el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, el acuerdo con el FMI implica canjear deuda en pesos entre el propio sector público por una deuda en dólares con el organismo que controla Estados Unidos. Eso generaría las condiciones para que los grandes jugadores que se enriquecieron durante todo el 2024, los que hacen carry trade, puedan llevarse los dólares al instante.
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En marzo de 2022, hace tres años, Milei aún era diputado de la Libertad Avanza por la Ciudad de Buenos Aires, y junto con la por entonces aliada de bloque y actual vicepresidenta, Victoria Villarruel, sumaban dos votos a los 37 negativos y las 13 abstenciones que en ese momento eran minoría frente a los 202 afirmativos en la Cámara baja que aprobaron el proyecto de acuerdo con el FMI que envió el Frente de Todos.
Ante la iniciativa del gobierno de Alberto Fernández para renegociar los 44 mil millones de dólares de deuda que la administración de Mauricio Macri había contraído con el organismo, por el que por el entonces oficialismo aseguraba que no afectaría a las jubilaciones, ni implicaría una reforma laboral ni "saltos devaluatorios", y que podrían avanzar con la obra pública, Milei había sido furibundo en su crítica.
“Desde el bloque de La Libertad Avanza vamos a rechazar este proyecto porque es altamente cuestionable desde lo técnico y reprochable desde lo moral", arrancó el economista libertario durante su intervención”, había anunciado.
El ahora mandatario había sostenido que no se estaba refinanciando deuda anterior sino que se contraería nueva deuda, lo que significaría "impuestos futuros que pagan personas que hoy no votan: nuestros hijos, nuestros nietos y quienes no nacieron". "La fiesta del presente se la están cargando en el bolsillo de quienes aún no nacieron, por lo que estamos frente a algo profundamente inmoral", ratificó fervorosamente.
"Hay un grupo que dice que en aras de la responsabilidad hay que acompañar esta aberración y que el ajuste lo pague el sector privado mientras la joda de la política sigue. No caigamos en el falso dilema. Sí, hay que honrar las deudas y pagarle al Fondo pero el ajuste no debe caer en el sector privado", planteó.
Pero Milei no fue contra “la joda de la política”. Su programa económico durante el primer año de gobierno, en el que se perdieron 120 mil puestos de trabajo en el sector privado registrado, se basó en una reducción del 20 por ciento sobre los haberes jubilatorios.
"Nosotros queremos vivir en libertad y este ajuste lo tiene que pagar la casta política. Y sino, que se lo lleve puesto a todos. Así que los liberales vamos a votar en contra de esta porquería", remató.