Como miles de trabajadores a diario, arriba del colectivo 148 que conecta CABA con el sur del Conurbano, llegaron a Quilmes Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, para inaugurar el metrobús de avenida Calchaquí, donde ambos mandatarios retomaron las actividades de campaña.

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Decidido a seguir con la dinámica de plegarse a Vidal para “chapear” gestión en obra pública, Macri aterrizó en el distrito gobernado por el intendente Maritniano Molina y volvió a hacer hincapié sobre “lo conseguido en estos años” y despacharse contra la pesada herencia. Allí lo esperaba un nutrido grupo de vecinos de la zona.

“Hoy nos tocó un lindo día: un día bien ‘Cambiemos’ nos tocó”, inició Macri eufórico, para luego destacar el trabajo del equipo y elogiar el “cambio” y “la revolución de los metrobus”. “Hace ocho años comenzamos con los metrobús: María Eugenia estaba igual, yo tengo más canas y Dietrich tenía pelo”, bromeó el mandatario, quien volvió a aprovechar para pegarle a los años de atraso.

Es imposible crecer sin instituciones transparentes donde se diga la verdad, donde se cuide el dinero de la gente. Estamos listos para crecer, en base a hechos reales, para siempre”, disparó Macri. “Está muy bien que haya gobernantes que ponen carteles con sus caras junto a obras del gobierno Nacional. Espero que eso sea que las obras las tienen que hacer ellos y no esperar a Nación siempre”.

Esto es mucho más que estas paradas, que el cemento, que el hormigón: esto es progreso real. Estamos avanzando con conexión de agua potable en distritos del sur. Como también todas las obras en todo el país en términos urbanísticos, pavimento, desagüe, cloaca. Para que cada uno de ustedes pueda salir de su casa sin tener que sobrevivir a la calle embarrada, que los chicos puedan ir al colegio todos los días del año”, agregó Macri.

Con una actitud confiada y distendida en un distrito donde Cambiemos pisa fuerte, Macri se focalizó en “la revolución de los metrobuses” para destacar la apuesta a “la conectividad” con internet, aviones y trenes, caballitos de batalla de los discursos cambiemitas.

Por su parte Vidal volvió a remarcar la obra pública, como parte de la carta fuerte que jugará en campaña por los próximos meses. “Después de tantos meses de esfuerzo, de trabajo, de capacitación y de pruebas, el Metrobus Calchaquí ya está al servicio de más de 140 mil pasajeros. Como cada obra que empezamos y terminamos, es un cambio concreto para la vida de los vecinos”.

Vidal agregó: “Estas mejoras son posibles porque hace tres años decidimos cambiar, dejar atrás la resignación y atrevernos a creer que podíamos vivir mejor y que dependía de todos nosotros: cada vecino, cada chico que va a la escuela, cada trabajador y un Gobierno que acompaña en cada paso”.

Asimismo, Martiniano Molina aprovechó para sumarse a los elogios. “La verdad que Quilmes cambió, está mucho mejor y va a estar muchísimo mejor. Estas obras que hicimos juntos a ustedes hablan de poner al vecino en el centro de la mirada. Creemos en una Argentina mejor, en una Provincia limpia, mejor”, dijo el intendente. Cabe destacar que el quilmeño es una de las principales figuras que tiene Cambiemos para retener el poder en un distrito clave de la Tercera Sección, histórico bastión peronista.