No son días fáciles para Martín Menem, una figura del círculo más chico de confianza de "El Jefe" Karina Milei. Es que la tensión dentro de la Cámara de Diputados, donde esta semana también habrá temas importantes para la agenda del Gobierno, lejos de tener una válvula de escape, lo deja al oficialismo en un callejón sin salida. Y el mayor perjudicado parece ser el riojano. El titular de la Cámara alta cosecha fuertes cuestionamientos por parte de la oposición, y la espuma se esparce en su propio bloque, al que parece no poder "domar".

Entre otras críticas, los diputados de distintos bloques le adjudicaron al riojano impedir que la Cámara que preside funcione correctamente y sus atropellos a los procedimientos legislativos. A los nombramientos no resueltos para ocupar la Auditoría General de la Nación (AGN), y el incumplimiento de los acuerdos políticos con las bancadas de otros partidos para establecer autoridades a comisiones bicamerales de relevancia como la de Inteligencia, se le suma que no puede controlar a los propios. 

Esto quedó a las claras cuando Menem, que finalmente pudo quedarse en un nuevo período legislativo con la presidencia de Diputados, tras serias dudas de si sería reemplazado, sucumbió antes los forcejeos y piñas, y las acusaciones con vasos de agua que volaban entre sus correligionarios de La Libertad Avanza. Su nerviosa respuesta fue un levantamiento de sesión, de mínima dudoso, cuando había quórum para tratar la derogación de las facultades delegadas por el Congreso para el presidente Javier Milei, a partir de la Ley Bases.

La peronista Victoria Tolosa Paz que había presentado la moción para esta iniciativa planteó que su bancada analizaría "las consecuencias que tiene para un parlamento tener un presidente que no respeta los derechos constitucionales de poder terminar una sesión con la discusión correspondiente y manipulando el quórum"."Vos no podes ser presidente de la Cámara", le había dicho Máximo Kirchner a Menem en la cara por no poder garantizar el funcionamiento del cuerpo ante la violencia y las amenazas del oficialismo contra sus propios colegas de bloque y los aliados del MID. Esto ocurriría en medio del vendaval que habían desatado Lisandro Almirón y Oscar Zago, por un lado, y Lilia Lemoine y Celeste Ponce, contra Marcela Pagano. 

Justamente Pagano, cansada del asedio en las redes sociales de parte de las milicias digitales afines al Gobierno, apuntó contra Menem, en otro tema que causa urticaria al karinismo. La periodista sugirió el posible involucramiento de Menem en la criptoestafa relacionada con $Libra, por la que Javier Milei vive un escándalo nacional e internacional desde el viernes 14 de febrero pasado. “Los que traicionan al presidente son los que roban en su nombre. Como yo no soy ladrona no temo a nada ni a nadie. Y que se atengan a las consecuencias los corruptos”, escribió Pagano en su cuenta X, dejando clara su postura y aludiendo indirectamente a la polémica que rodea al diputado.Y fue más a fondo: “Esta vez quedó en evidencia ante el recinto quién es el verdadero titiritero, que huyó como una rata. ¡El verdadero mariscal de las derrotas!”, publicó Pagano, que sostuvo que hay fuerzas ocultas que manipulan los hilos de la política afuera de las instituciones democráticas.

Es que se lo indica a Menem como parte de las reuniones que Javier Milei, Karina Milei, Mauricio Novelli habían tenido en el hotel Libertador para empezar a armar diferentes estafas criptos.De esos rumores, que la Casa Rosada intenta tapar sin suerte, hay más datos. Se le endilga a Menem que una de las billeteras virtuales que tienen el apellido Milei y con los que recaudaron mucha plata con la Cripto Libra, pertenecen al hoy presidente de Diputados, que fue uno de los que siguió a Milei en la promoción de la criptestafa esa tarde de viernes. Se trata de un escándalo político que lo puede dejar knockout, como a todo el Gobierno.