Ni periodistas ni peronistas serán recibidos este 1 de marzo en el acto de Apertura de Sesiones Ordinarias en el Congreso de la Nación. El presidente Javier Milei, principal orador del evento pautado para el prime time del sábado, no solo bajó la orden de cerrar el Parlamento y prohibir terminantemente el ingreso de reporteros, sino que tampoco invitó a los gobernadores del Partido Justicialista (PJ) adversos al oficialismo, para evitar cualquier momento incómodo en la que será una de sus apariciones más importantes del año.

Ya era suficientemente controversial la disposición decretada por el Poder Ejecutivo sobre los trabajadores de prensa, cuyo acceso al recinto será restringido en aras de obstaculizar la cobertura independiente de la ceremonia y esquivar planteos sobre, por caso, la lastimada relación entre Milei y la vice Victoria Villarruel, quien ni siquiera fue invitada a la cena del Gobierno en la Casa Rosada. Por lo dicho, eso era suficiente, pero Nación agregó otra fuerte limitación al evento.

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Es que no solo legisladores de diversas bancadas, entre ellas Unión por la Patria (UP), anticiparon su ausencia, sino que además Milei se encargó específicamente de negarle la invitación a los Gobernadores más adversos a la administración de La Libertad Avanza (LLA). Con ello, ni Axel Kicillof (Buenos Aires) ni Ricardo Quintela (La Rioja) serán admitidos en la ceremonia, a diferencia de sus pares de otras provincias, que sí fueron convocados por Milei para la cita institucional.

Con todo, este se trata de un gesto prácticamente sin precedentes y, desde luego, más que polémico por simbolizar una decisión discrecional y aparentemente guiada por lineamientos partidarios. Por su parte, en el entorno de los Gobernadores pejotistas afirmaron a El Destape que “no recibieron la invitación” y sencillamente “no fueron invitados”. Es una formalidad importante, pero una formalidad al fin: todo indicaría que si hubiera habido convocatoria ellos aun así no habrían asistido.