La gestión de Alberto Fernández envió un nuevo mensaje a la oposición y decidió dar de baja a los contratos Participación Público Privada (PPP), legados por la anterior administración gubernamental de Cambiemos. Desde Nación definieron como “un fracaso” el esquema de concesión que supo encabezar el macrismo en sus años de manejo y decidió dar por terminado este esquema orientado a la obra de corredores viales.

El esquema público-privado del macrismo (que impuso esa modalidad de obra púbica) fue un fracaso y era ruinoso para el Estado, ya que beneficiaba al sector financiero y las obras prometidas no se hicieron”, fueron las palabras del ministro de Obras Públicas de Nación, Gabriel Katopodis, al hacer anuncio de esta nueva medida.

Asimismo, el Gobierno logró llegar a un acuerdo con la contratista a cargo de los corredores viales E y F previstos por los convenios PPP, en el marco de un proceso de extinción de los contratos que comenzó en mayo con la intimación a las empresas concesionarias de seis corredores viales.

Vale aclarar que el Corredor E abarca las Rutas 9 (Autopista Campana - Rosario) y la Ruta 183, en Buenos Aires; la 11, la 34, la A-008 y la A-012 en Santa Fe; mientras que el Corredor F comprende la Ruta 9 AU Rosario-Córdoba y la Ruta 33.

Por ello, tras la salida de Cambiemos del poder, la actual gestión inició un proceso de rescisión de los contratos con las empresas que están a cargo de las concesiones de seis corredores viales, frente a la detección de “irregularidades e incumplimientos por parte de las concesionarias en sus obligaciones”, según consignó la agencia Télam.

Además de una nueva decisión operativa de gestión, la medida se presenta como un fuerte gesto político hacia la oposición, como parte de la crítica hacia la “pesada herencia” del macrismo que, si bien Alberto Fernández apostó a no remarcar en un principio, ahora comienza a ser objeto de cruces cada vez más recurrentes desde el oficialismo nacional.