Tal como adelantó la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se procederá a realizar análisis toxicológicos a todo su gabinete y a los empleados de la Provincia para detectar consumo de drogas y esta semana el operativo comenzará por el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, el jefe de la Fuerza de Seguridad,  Fabián Perroni, y 93.000 efectivos.

De esa manera, se realizará el chequeo médico a 93.000 efectivos de la fuerza provincial en sus propios lugares de trabajo y a través de una muestra de saliva, para corroborar si los agentes registran adicciones de sustancias lícitas, como el alcohol, o si abusan del consumo de sustancias ilegales aunque desde el Ejecutivo señalaron que al menos en un principio no tienen un fin punitivo o persecutorio.

Paralelamente, informaron desde gobernación que, en los próximos 90 días arrancan los tests, que serán sorpresivos y sorteados por número de legajo, entre los oficiales de la fuerza y funcionarios del área.

En ese sentido, expresaron que si el test toxicológico resultara positivo, se ordenará una contraprueba a través de un análisis de orina; y que, si se detecta algún caso de adicción, el efectivo o funcionario será sometido a un tratamiento, pero no sufrirá un desplazamiento de su cargo. Sin embargo, si el implicado está vinculado a situaciones de comercialización ilegal de las sustancias si, tendrá que atenerse a las consecuencias de ese acto.

En conversación con diario La Nación, Ritondo señaló que el fin de la medida es "planificar políticas para el control, reconocimiento, tratamiento, prevención concientización y capacitación sobre el consumo, abuso, uso y abuso de sustancias psicoactivas".

Finalmente, aclaró que "no queremos iniciar una caza de brujas, sólo queremos estar seguros de que quien tiene permiso para usar un arma no está bajo efectos tóxicos".