Sigue la rosca por las PASO: La Junta Electoral bancó a Kicillof pero la Legislatura patea la definición
Para el organismo encargado de garantizar las elecciones, lo que se votó en el Senado es “materialmente imposible de cumplir”, y pidió plazos parecidos a los que el cristinismo le vetó a Kicillof. Sin acuerdos, la Legislatura evitó tratar el tema este miércoles y la suspensión se patea.
La novela de la interna bonaerense continúa y sigue sin ofrecer un horizonte resolutivo, al menos en el corto plazo. Un nuevo capítulo llegó entre el martes y el miércoles de esta semana, con la suspensión de las PASO como tema central. Mientras la rosca sigue, la provincia aún no tiene definido su esquema electoral y el peronismo se atrasa en su imperiosa necesidad de reorganizarse para enfrentar en las urnas a las tropas de Milei.
Luego de la sesión que la semana pasada aprobó la suspensión de las primarias en el Senado bonaerense, este miércoles le tocaba el turno a la Cámara Baja provincial. La sesión fue convocada por el titular del cuerpo, Alexis Guerrera, y todo pintaba como para que se avanzara en la definición. Sin embargo, un movimiento el día anterior de la Junta Electoral volvió a dejar la situación en suspenso y condujo a que la Legislatura vuelva a patear el tema hacia adelante.
En concreto, el organismo encargado de organizar las elecciones en la provincia envió una nota a Guerrera en su carácter de presidente de la Cámara, en la cual expresó que el esquema electoral que quedó aprobado la Semana pasada en el Senado es “materialmente imposible de cumplir”.
“El punto álgido de este escenario electoral es sin duda el desarrollo de los plazos electorales”, expresaron desde la Junta. “La Ley 5109 del año 1946, determina plazos de oficialización de candidatos y boletas que son materialmente imposibles de cumplir, efectivamente el artículo 61 de la ley electoral de la provincia, establece que las listas de candidatos deberán presentarse treinta (30) días antes de las elecciones y las boletas con veinte (20) días, lo que en la práctica significa que, sólo hay diez (10) días corridos para la verificación de las cualidades constitucionales de los postulados y la consiguiente oficialización, que podría tratarse de un volumen de diez mil (10000) candidatos”, planteó el organismo en su misiva.
El plazo de presentación de listas 30 días antes de los comicios fijados para el 7 de diciembre quedó establecido luego de que el cristinismo volteara la propuesta de Kicillof en el Senado. El proyecto que el Ejecutivo envió a la Cámara Alta para suspender las PASO establecía también que las listas debían presentarse con 70 días de antelación al día de los comicios. Cuando CFK tuiteó que daba de baja la disputa por la concurrencia electoral, lo hizo agregando que había instruido a su tropa legislativa a acompañar el proyecto del “compañero gobernador” en lo que fuera “pertinente”. Había allí un mensaje entre líneas.
El cristinismo votó en el Senado la suspensión de las primarias pero no los artículos del proyecto de Kicillof que establecían ese nuevo cronograma electoral. De esa manera, quedaron vigentes los plazos establecidos en la ley 5109 que ayer objetó la Junta. El trasfondo de esa jugada fue político y se explica en clave de interna.
Kicillof pretende una campaña electoral extensa y con el eje puesto en la gestión provincial como contraste a la deserción del Gobierno nacional de sus obligaciones para con la ciudadanía. Por eso el plazo de 70 días de anticipación en la entrega de listas, sumado a la dificultad que supondrá para la PBA organizar por sí misma una elección por primera vez desde el retorno de la democracia.
CFK no consiguió imponer en la Legislatura lo que quería, que las elecciones provinciales y nacionales fueran concurrentes el 26 de octubre. “Mandó a votar las suspensión de las PASO y a acatar el desdoblamiento porque no tenía los votos para que salga la concurrencia”, expresaron a Diagonales desde un municipio bonaerense alineado con el gobernador. Sin embargo, la ex presidenta no consideró “pertinente” entregarle a Kicillof los plazos electorales que el proyecto del Ejecutivo establecía, y con su decisión de no votar esos artículos prolongó la rosca y la discusión interna del peronismo hasta el 8 de agosto, día en que deberían entregarse las listas según la ley 5109.
En esa fecha hay otro dato relevante. Apenas 9 días después de ese momento llegará otro cierre, el de las listas nacionales para los comicios del 26 de octubre. El plan del cristinismo es discutir ambos cierres en conjunto, dejando abiertas dos opciones para CFK: ser candidata a diputada provincial por la Tercera Sección electoral, o ser la cabeza de la lista de diputados nacionales del peronismo por la PBA. En el juego entre esas opciones la ex presidenta se garantiza condicionar hasta último momento a Kicillof, reservándose un poder de presión más que importante a la hora de discutir las listas de las 8 secciones electorales de la provincia.
Tal es así que ni el planteo de la Junta Electoral logró convencer al kirchnerismo y la sesión convocada para suspender las PASO este miércoles terminó teniendo una carácter testimonial y ni siquiera incluyó el tema. Y es que el órgano garante de los comicios pidió en su carta al presidente de Diputados plazos muy similares a los que establecía el proyecto de Kicillof en los artículos que CFK mandó a no votar.
“Por lo expuesto se sugiere proponer una modificación en los plazos del artículo 61 de la Ley 5109 a saber: presentación de la lista de candidatos con una anticipación de cincuenta (50) días antes de la elección y con treinta (30) días de las boletas identificatorias de los candidatos oficializados”, sentencia el último párrafo de la carta por el Secretario de Actuación de la Junta, Daniel Jorge Demaría Massey.
Con esa carta sobre la mesa, una votación del kirchnerismo en sentido contrario, es decir, sosteniendo el plazo de 30 días antes de los comicios para la oficialización de candidaturas, hubiera significado ya no ir sólo contra el pedido de Kicillof sino también contra el máximo órgano electoral de las PBA. Sin acuerdos a la vista, la solución fue patear hacia adelante el tema y continuar postergando una definición ya de por sí muy atrasada. Con los principales titulares copados por la muerte del Papa Francisco y la situación económica bajo el nuevo esquema cambiario, la interna bonaerense deriva en segundos planos. Pero sigue activa y con fuerza.