“Ahora también nos ven”, feminismos y pandemia sin fronteras
A pesar de la situación crítica desatada por la pandemia, los feminismos -a nivel local, regional y global- no han dejado de discutir públicamente la transversalidad de las violencias y el carácter sistemático de las mismas para buscar alternativas integrales
“Lo personal es político”
La crisis económica, sanitaria y humana que desató la pandemia de covid-19 profundizó desigualdades que se encarnaron especialmente en ciertos cuerpos feminizados, precarizados e inferiorizados como el de las niñeces, para quienes el aislamiento ha implicado quedar recluidos en el espacio privado con sus agresores.
El contexto de aislamiento de alguna manera provocó, para los feminismos, una revisión de la legendaria consigna feminista“lo personal es político”en la medida que esta refuerza la centralidad que el encuentro con otras personas tiene para la vida política y para denunciar las opresiones. Así como también hace referencia a la posibilidad de articular la experiencia personal con un entramado de poder general y con la experiencia compartida con otres para salir del silencio y la revictimización.
A propósito de la participación política colectiva, uno de los mayores desafíos que la pandemia implicó para los feminismos ha sido el de organizarse de manera virtual. En el caso de Argentina, por ejemplo, a 6 años del surgimiento del movimiento Ni una menos, el 3 de junio de este año tampoco se pudo convocar a marchar en las calles por las medidas sanitarias. En cambio, se convocaron acciones en redes, como la de crear carteles con distintas consignas para compartir en los lugares de trabajo, en el barrio y en las casas.
Entre los principales reclamos del documento se ubicaron el de exigir la aparición con vida de Tehuel de la Torre, joven trans desaparecido hace 9 meses en la provincia de Buenos Aires; y con ello, se manifestó el hartazgo frente a la violencia machista. Otro de los reclamos ha sido, en fuerte vínculo con el anterior, el de exigir la Ley de emergencia en violencia de género y el de aumentar el presupuesto público para políticas integrales, como lo es la implementación efectiva de una educación sexual obligatoria y laica en todas las instituciones educativas del país.
Por otra parte, por segundo año consecutivo los espacios históricos de organización feminista, los encuentros nacionales de Mujeres- renombrados desde 2019 como Encuentros Plurinacionales de Mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries, también tuvieron que llevarse a cabo de manera virtual.
“Mi cuerpo: mi territorio”
Hace un año, el 30 de diciembre de 2020, el Congreso Nacional argentino sancionó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que constituyó un gran paso para avanzar en la conquista de nuestros derechos. Debido a la magnitud del acontecimiento histórico es que, a pesar de la situación sanitaria, se coparon las calles no sólo de la ciudad de Buenos Aires sino también de distintos lugares el país.
Este acontecimiento implicó un hito para el movimiento feminista internacional al recalcar que nuestros derechos, nuestra salud y nuestras vidas importan. Lo que manifiesta el carácter antineoliberal, anticolonial, y antirracista al movimiento feminista. En relación a este último aspecto, cabe señalar que las luchas contra el capitalismo extractivista han estado en el centro de escena, como la de las mujeres indígenas por el Buen Vivir, que en marzo del 2021 iniciaron una caminata de 1900 km –desde el sur de nuestro país hasta el epicentro- para denunciar el terricidio, el racismo y el genocidio indígena que comenzó hace más de 200 años y continúa hasta nuestros días. En tal sentido, la caminata plurinacional buscó visibilizar la intensificación de las violencias que viven las mujeres indígenas: falta de agua y de alimentos, violencia de género, contaminación de los territorios.
En continuidad con el reclamo histórico de apropiación de sus cuerpos- territorios, las mujeres mapuce en el sur de nuestro país han estado a la cabeza de la lucha contra el proyecto de megaminería en Chubut, un proyecto fuerte y ampliamente repudiado por la población que dio lugar a la derogación del mismo el pasado 20 de diciembre.
Por otra parte, cabe señalar que más allá de nuestra región latinoamericana, en Turquía-donde más de 300 mujeres han sido asesinadas- las organizaciones feministas no han dejado de denunciar un aumento de los femicidios que se encubren como suicidios.
“El feminismo es para todo el mundo”
Como se viene discutiendo a partir de la experiencia de estos dos años de pandemia, se intensificó el trabajo de las mujeres en sus hogares y se reforzó el lugar de estas como cuidadoras, un rol establecido socialmente a partir del supuesto “amor” de las mujeres hacia los suyos.
Pero el amor no sólo es la carnada para sujetar a las mujeres a determinados lugares de la sociedad, sino que también puede ser una fuerza transformadora si se lo comprende por fuera del romanticismo patriarcal, como argumentaba bell hooks, una de las grandes referentes de los feminismos interseccionales, fallecida el pasado 15 de diciembre.
Desde entonces, no sólo nos queda duelarla sino también seguir abogando por un feminismo que no busca la liberación de un sector, sino la abolición de las relaciones mismas de opresión, puesto que “el feminismo es para todo el mundo”, “… un mundo donde se compartan los recursos y abunden las oportunidades de crecimiento personal para todo el mundo independientemente de su clase”.
En definitiva: tomar su legado de tener una visión interseccional en torno a la perpetuación de los sistemas de opresión para generar prácticas emancipadoras e integrales, puesto que nuestros derechos, nuestros deseos y nuestras vidas importan, no se negocian.
* Doctora en filosofía. Docente a investigadora en CONICET/ UNLP. Editora en Resistances y activista feminista. Directora del proyecto “Cuestionarlo todo…”: con mujeres privadas de la libertad en la cárcel nro. 33 de La Plata- SPB.