Luego de que se llevara a cabo la masiva movilización de la Confederación General del Trabajo (CGT) y se registrara un convulsionado final, con un grupo de manifestantes tomando el escenario y arrojando elementos a los miembros del triunvirato, desde el Gobierno salieron a dar su versión de lo que se vivió el martes en las calles de Buenos Aires.

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca prefirió volver a insistir con que se trató de una marcha "política", algo que los mismos manifestantes se encargaron de hacerse cargo al decir que "por supuesto que fue una marcha política".

El funcionario, en el canal América, remarcó que la movilización "estuvo muy teñida de intereses políticos y eso se manifestó al final". Además opinó que hay sectores vinculados al kirchnerismo "que se está resistiendo al cambio y defiende intereses personales y sectoriales que van en contra del bien común".

Sobre los reclamos en la movilización, y en especial a los laborales, que fue uno de los principales, el Ministro dijo que el Gobierno siempre está ofreciendo "todas las herramientas a cada sector para ayudar".

Por su parte, Emilio Monzó realizó un análisis más político y lejos de relativizar la protesta sostuvo en el canal TN que "hay mucha gente que fue a reclamar. No podemos dar la espalda, debemos tomar lectura de la situación".

Con un estilo completamente diferente al de Triaca, Monzó señaló que "tenemos que hacer un esfuerzo, nosotros y ellos, en los próximos días, para evitar el paro. Tenemos que tomar cuenta lo que ocurrió hoy. El diálogo está abierto".

A pesar de las lecturas dispares entre ambos, los funcionarios coincidieron en que los lamentables hechos del final deberían "servir para reflexionar que venimos de un país parecido a este y al que no queremos volver" y ambos mostraron preocupación respecto a lo sucedido. 

Finalmente Triaca cuestionó que en la protesta "había sectores muy vinculados a lo que se fue del país que gritaban 'volveremos, volveremos'".