El mercado intenta un mejor clima, pero la volatilidad alta seguirá siendo un dato
Adentro y afuera del país el escenario económico seguirá móvil. Niveles e indicadores de inflación y rendimientos para tomar mejores decisiones financieras
Estamos frente a un contexto externo negativo, o al menos complejo. Vuelven a renovarse -una vez más- los temores de una posible guerra comercial entre Estados Unidos y China, existe un marco de fortalecimiento del dólar a nivel mundial (ante una política monetaria más contractiva) que está provocando devaluaciones en las principales monedas de los países emergentes, sumado a ruidos políticos varios y hasta un proceso eleccionario que está atravesando nuestro principal socio comercial (Brasil) que, nos hace pensar, que seguiremos con incertidumbre y mucha volatilidad en las principales variables económicas. Mientras que en lo propio, está claro, que el escenario tampoco es fácil. Solo basta tener presente lo sucedido en los últimos meses.
La atención, con cierta razón, se mantendrá de corto plazo sobre el comportamiento del dólar luego del cierre en máximos cercanos a $29 el viernes pasado. Es necesario estabilizar el tipo de cambio, antes de poder pensar en una recuperación más sostenida del mercado. Acá, lógicamente, apuntamos bastante más allá de la renta variable de la reclasificación de Argentina a Mercado Emergente.
El “blindaje” por USD 50.000 millones acordados con el FMI dieron cierto oxígeno al mercado, pero no es suficiente por sí solo, cuando lo que se atraviesa es una crisis de confianza y para lo cual se necesita un escenario de mayor claridad. Se necesitará tiempo en una coyuntura en donde la economía sufrió, con expectativas de crecimiento que se revisaron fuertemente a la baja y de inflación al alza.
Estabilizar el tipo de cambio es un primer paso, para lo que el BCRA ha adoptado diferentes acciones, mientras que después lo que se seguirá con atención es el cumplimiento del nuevo programa económico y financiero acordado con el FMI. Este tendrá una primera prueba de fuego en septiembre, mismo momento donde el Gobierno necesitará un acuerdo político nacional para poder consensuar el Presupuesto 2019.
En este marco, algunos datos para tener presente donde estamos hoy parados:
Dólar: Luego de la aceleración en la devaluación de la semana pasada, que llevó a renunciar a Federico Sturzenegger y su reemplazo por Caputo, el billete suma una suba del orden del 10.5% en el mes de junio, y acumula un alza de 36.3% desde el comienzo de la crisis (que podemos ubicar a mediados de abril). En el año, y tomando como referencia el BCRA3500, la devaluación suma poco más del 46%. La volatilidad fue en ascenso, recién encontrando cierta estabilidad esta semana.
Por su parte, como referencia, la curva de devaluación implícita se mantiene con pendiente negativa, con tasas anualizadas de entre 37% y 30.5% para plazos de entre 40 y poco más de un año. En tanto, que la posición de futuro de Rofex a diciembre luego de marcar el viernes un nivel máximo de $33,5, cedió en las últimas horas a la zona de $ 32.3. Un valor igualmente que se ubica muy por arriba de las expectativas del relevamiento difundido por el BCRA, que marcaba días atrás un billete que, para fin de año, estaría entre $27 y $28.
Bonos: Los bonos en dólares también parecen encontrar cierto techo en su caída, luego de una mayor estabilidad del TC y la llegada de los fondos del FMI. No obstante, en el mes aún siguen abajo, y ni hablar en el año en donde las caidas acumuladas alcanzan hasta el 18%. Los más largos son los más afectados. En este marco, los rendimientos se ubican entre 5% y 9% anual para duration de entre 1 y 11.5 años. El Credit Default Swap (CDS) a 5 años (una medida de riesgo) llegó a testear máximos de 424 a mediados de mes, para después ceder levemente a debajo de los 400 puntos. En el año, igual, la suba supera los 170 puntos. Como referencia: la misma variable de Brasil subió también, pero unos 100 puntos en el año; y se ubica hoy en niveles de 260.
Acciones: El Merval no hay dudas tuvo como claro catalizador positivo, algo que le faltaba desde hace tiempo, la recategorización a emergentes por el MSCI el último miércoles. Esto le permitió recuperar el terreno positivo en el año, con un rebote en lo que va de junio de poco más del 8%. No obstante, aún está 12% debajo de los máximos que llegó a testear en enero en la zona de 35500 puntos. En dólares, el comportamiento es lógicamente mucho más negativo. Un índice que se ubica hoy en la zona de 1120 puntos, implica convalidar una caída de cerca del 40% desde los máximos del año.
Panorama y sugerencias
En este escenario lo primero que debemos tener presente es que la volatilidad no desaparecerá en el corto plazo. Es clave en este marco que el inversor entienda el escenario, y sé sincere respecto al nivel de riesgo que asume y que pueda tolerar. Una administración activa de las posiciones será necesario, a la vez que los fundamental es recobran la relevancia que habían perdido el año pasado. En consecuencia, la diversificación es una recomendación básica en este plano.
En los pesos sugerimos diversificar Lebacs de Corto Plazo –con una tasa de referencia en la última licitación del 47%-, y bonos ajustables por inflación cortos.
Mientras que en la parte en dólares, para los plazos más cortos, recomendamos las Letras del Tesoro en USD (LETES) con rendimientos superiores al 4% anual en USD y vencimientos menores a un año y los Bonos Soberanos - Argentina 2022 (A2E2) con rendimiento cercano al 6% en USD. Para aquellos que estén pensando en inversiones de más largo plazo les recomendamos el Bono Soberano Argentina 2024 (AY24) que rinde 6,5% en USD. También vemos valor dentro de la curva subsoberana, distinguiendo acá por calidad de riesgo, la recomendación es el Bono de la Provincia de Córdoba 2026 (CO26) con rendimiento del 7,5% en usd.
Para perfiles muy conservadores, nos mantenemos cómodos con una posición 100% en dólares y la parte corta de la curva en dólares. Para posiciones moderadas, apuntamos a un mix entre pesos y dólares, de 20% y 80% respectivamente.
Y para perfiles más arriesgados les recomendamos 25% y 60% entre pesos y dólares respectivamente y hasta un 15% de sus carteras invertirlo en acciones de empresas argentinas, diversificando por industrias. Las recomendaciones, son: Sector Bancario: Banco Galicia (GGAL) y Banco Supervielle (SUPV), Sector Energético: Pampa Holding (PAMP) e YPF, Sector Consumo: Cablevisión (CVH).
*Pablo Castagna es Director Portfolio Personal