Tras una extensa reunión entre las cámaras empresariales de transporte y la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en la secretaría de Trabajo de la Nación, las partes llegaron a un “acuerdo parcial” para la entrega de dos pagos no remunerativos adicionales al salario, por lo que dictaminaron que no habrá un paro de colectivos este viernes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) como se rumoreó en la semana, si bien se llevará a cabo un nuevo encuentro el jueves 2 de mayo para continuar con las negociaciones.

“En el día de la fecha hemos llegado a un acuerdo parcial con las cámaras empresarias que consiste en una suma fija no remunerativa de $500.000 pagada en dos cuotas iguales y consecutivas de $250.000 con fechas de pago el 15 de mayo y el 14 de junio”, informó la agrupación sindical adherida a la Confederación General del Trabajo (CGT) en un comunicado difundido al término del cónclave, que se prolongó por más de cuatro horas este miércoles.

Así, el gremio anunció que no implementará la medida de fuerza con cese de actividades en el servicio de colectivos del AMBA planteada de modo provisional para este viernes, aunque procederá con las conversaciones el 2 de mayo próximo para consolidar el acuerdo. “Sabemos que no podemos resignar nuestro salario, por eso continuamos con la discusión. Necesitamos el apoyo de todos ustedes para continuar peleando por el sustento de nuestras familias. La discusión salarial continúa abierta”, precisó al respecto la misiva.

Las partes se habían congregado después del mediodía en la dependencia de Trabajo que funciona bajo la órbita del ministerio de Capital Humano con el fin de intentar destrabar un conflicto que comenzó luego de que el gobierno de Javier Milei se negara a homologar el último acuerdo paritario. Ante la falta de oficialización del entendimiento, en abril muchos chóferes no percibieron el aumento que había cerrado el gremio anteriormente. 

Por ese motivo, tanto las empresas como la UTA solicitaron la intervención del Ejecutivo para resolver la disputa; tras ello, como respuesta a las presiones, la administración nacional convocó a la audiencia. Cabe destacar que el gremio liderado por Roberto Fernández arribó a la instancia de diálogo con el reclamo de que al sueldo básico de marzo se incorpore un bono de $250.000 abonado en febrero para llevar el salario inicial de un chofer a $987.000 y, en base a esa cifra, disponer un incremento por inflación.

Por su parte, las empresas aseguraron que les resulta imposible afrontar ese aumento, a pesar de haberlo aceptado en las últimas paritarias, y se escudaron en la falta de homologación por parte de Nación; al tiempo que responsabilizaron al gobierno por el conflicto tras una quita de subsidios que, según argumentaron, no fue acompañada con una suba de tarifas suficiente. De hecho, las cámaras advirtieron que el boleto de colectivo debería aumentar al menos un 26% para cubrir las subas salariales, o en su defecto recibir el doble de subsidios por pasajero para cubrir los gastos.