A 17 días de #Rusia: La Selección Argentina tuvo su primer contacto con la gente
Con un estadio de Huracán repleto, el equipo de Jorge Sampaoli entrenó a puertas abiertas a dos días del primer amistoso de cara al Mundial ante Haití. Acuña debió trabajar diferenciado y se preocupan
La Selección Argentina tuvo su práctica a puertas abiertas en un estadio de Huracán que mostró sus tribunas llenas de chicos y familias y dejó dos imágenes bien distintas desde el campo de juego: de un lado estuvo la emoción que generó Lionel Messi en los niños que se acercaron a Parque Patricios (jugó de comodín en un reducido, mostró su calidad y hasta regaló pelotas), mientras que por el costado de la preocupación apareció Marcos Acuña, que tuvo que dejar el entrenamiento por una molestia tras tirar un centro desde la izquierda. Nicolás Otamendi, por su parte, trabajó diferenciado.
Los equipos. Caballero, Biglia, Rojo, Acuña, Mercado y Salvio (azules) enfrentaron a Armani, Higuaín, Lanzini, Lo Celso, Di María y un juvenil (pecheras rojas). Messi (amarillo) fue el comodín que tomaba la pelota para el equipo que atacaba. Frente a la popular local jugaron Fazio, Mascherano, Ansaldi, Tagliafico y dos sparrings contra Meza, Pavón, Banega, Dybala, Guzmán y otro juvenil.
Después del caluroso recibimiento de los hinchas a los jugadores el entrenamiento se puso en marcha. Divididos en cuatro equipos jugaron dos partidos simultáneos que tuvieron a Lionel Messi como "comodín" en un equipo y a Sergio Agüero en el otro. Goles, lujos y las combinaciones entre compañeros invitaron a los presentes a entusiasmarse.
Después, Messi, Dybala e Higuaín se acercaron a uno de los arcos y se divirtieron pateando desde el borde del área grande, con Nahuel Guzmán bajo los tres palos. Pelotas al ángulo, al travesaño y al ras del piso hicieron a los hinchas pararse de sus asientos para disfrutar de los golpes de uno de los tridentes más poderosos y efectivos del fútbol.
Mientras tanto el resto del plantel ensayó un partido sobre la otra mitad de la cancha. Con divertidas jugadas y goles para todos los gustos. Uno de los jugadores que se entrenó de manera diferenciada fue Nicolás Otamendi, quien nunca estuvo a la par de sus compañeros y trotó alrededor de la cancha. Entre ellos daban de señales de estar en sintonía. Los jugadores argentinos querían demostrar que se están preparando, que el sueño mundialista es de todos y con bromas, pases exquisitos brindaron un entrenamiento abierto digno de una despedida.