Con un breve discurso de Macri, se apagó la llama Olímpica
Buenos Aires 2018 llegó a su final y se despidió con una ceremonia de lujo en la Villa Olímpica. La llama Olímpica se traslada a Dakar
El éxito de los Juegos Olímpicos de la Juventud marcó un hito en el deporte argentino. La cita que se desarrolló en Buenos Aires llegó a su final, la llama olímpica se apagó y la ceremonia de cierre se llevó adelante en el parque de Villa Soldati.
A pesar de que no estaba organizado hacer un evento importante para marcar la culminación del evento que reunión más de 4.000 atletas, Buenos Aires 2018 tuvo su fiesta que no duró más de 55 minutos.
Antes de que inicie el evento principal del cierre, el presidente Mauricio Macri, acompañado por su esposa e hija arribó a la Villa Olímpica y realizó un discurso de alrededor de diez minutos, agradeciendo a los organizadores, deportistas y mandatarios de los Comité Olímpico Internacional y Argentino.
Luego, un show iniciado con unos malabaristas extraordinarios realizados por la Compañía Olímpica de Circo, dio pie a la ceremonia de cierre. Seguido se presentó a Thomas Bach (Presidente del COI) y se entonaron las estrofas del himno argentino en la voz de Soema Montenegro con una interpretación folclorika y de tango.
El siguiente paso fue el emotivo momento en el que los atletas tuvieron su protagonismo con un cortometraje documental que expuso el fervor de los intérpretes llegó el desfile de abanderados, donde María Sol Ordas -ganadora de la medalla de Oro en Remo- trasladó la albiceleste como reconocimiento por el primer logro adquirido para la delegación.
Con el paso de las banderas de los 206 países y el agradecimiento a los 8.000 voluntarios, apareció el que no podía faltar: Pandi.
Sobre el final y antes de concluir con el traslado de la bandera olímpica a la comitiva africana, estuvieron las palabras de Thomas Bach, donde felicitó a Buenos Aires por la organización y el deseo de encontrar a todos en Dakar 2022, la ciudad de Senegal donde se realizarán la cuarta edición de los Juegos de la Juventud.
Una vez apagado el pebetero en el Parque Olímpico, los fuegos artificiales tuvieron su momento. Decoraron el cielo porteño marcaron el final de una ceremonia internacional que emocionó a todos los presentes.
A lo largo de las distintas disciplinas, la delegación albiceleste cosechó 26 medallas, de las cuales 11 fueron doradas. Fue una cifra récord para la producción nacional, que además de las 6 adquiridas en equipos mixtos se llegó a la cifra de 32.
Cabe señalar que en la fiesta de apertura hubo más de 200 mil personas en el Obelisco. Fue la primera vez en la historia que los Juegos Olímpicos fueron libres y gratuitos para todo el público.