¿Muchos tipos de dólares o peso sin valor?
La política extractiva del gobierno, la emisión monetaria en aumento y la decisión de los argentinos de preservar su dinero
Muchas veces, en los medios de comunicación de Argentina se lee el siguiente titular: “El dólar se dispara”. Sin embargo, el índice global del dólar (DXY) o el índice que refleja la evolución del dólar con respecto a su cesta de monedas ponderadas por comercio (Dollar Weighted Average Index) no se han revalorizado este año y se mueven en un rango muy estable desde hace diez años. ¿Qué es lo que ocurre? El peso ha caído casi un 23% con respecto al dólar estadounidense en 2020 (a cierre de 16 de octubre de 2020) y ha caído más de un 90% en los últimos diez años. No es que el “dólar se dispare”, es que el peso se desploma. Es una importante diferencia.
A cierre de este artículo, en Argentina conviven seis tipos distintos de cambio del dólar, algo que no existe en ningún país del mundo. El Dólar ahorro/tarjeta o dólar turista/solidario, el dólar blue o dólar paralelo que se vende en el mercado informal, el contado con Liqui, el mal llamado dólar oficial (al que pueden acceder los particulares dentro del cepo de 200 dólares establecido por gobierno), el dólar mayorista o interbancario, el dólar para industria y servicios (depreciado obligatoriamente para retenciones) y el dólar bolsa o dólar MEP.
En realidad, no es que convivan seis tipos de cambio, es que cinco son falsos y parte de la locura intervencionista, extractiva y confiscatoria del Banco Central y gobierno argentino. Solo hay un tipo de cambio dólar-peso, el de mercado.
¿Por qué se dispara la demanda del mal llamado dólar paralelo? Porque los sufridos ciudadanos argentinos saben que sus ahorros y salarios están siendo demolidos por la política monetaria que hunde el valor del peso y temen, con razón, que este gobierno vaya a destrozar el valor del peso todavía más imprimiendo dinero. Los ciudadanos quieren comer y poder pagar sus bienes y servicios, no recibir papeles sin valor.
No es que el dólar blue (paralelo) se haya disparado, es que los tipos de cambio “oficiales” para distintas industrias y segmentos son tan irreales como el supuesto tipo “oficial” de la moneda venezolana.
Lo que refleja la diferencia entre el dólar blue y el oficial es la diferencia entre la realidad y las veleidades intervencionistas del gobierno.
El dólar blue no está fuerte. El peso no vale nada. Cualquier ciudadano argentino lo entiende.
Los gobiernos y el Banco Central de Argentina han destruido el poder adquisitivo del peso con una de las políticas monetarias más extractivas e irreales del mundo.
En los últimos diez años, según cifras del Banco Central, la base monetaria ha aumentado un 1.451,6%, en los últimos cinco años un 307%, y solo en 2020 más de un 31,5%. Esto significa que el Banco Central de Argentina imprime pesos sin control, a una velocidad que supera en siete veces la de la Reserva Federal de Estados Unidos, y con demanda decreciente de pesos a nivel global y doméstica. La Reserva Federal nunca aumenta su base monetaria más que la demanda global y doméstica de dólares, por eso su moneda es la reserva mundial. El Banco Central de Argentina no solo emite muchos más pesos de los que se demandan o de lo que reflejan las reservas, sino que lo hace con medidas represoras que expropian los frutos de la exportación, el comercio y el ahorro vía un cepo inmoral y extractivo cuyo único objetivo es perpetuar un gasto político que sí se beneficia de los dólares que el gobierno retiene de manera alegal y solo comparable a países totalitarios como Venezuela o Cuba.
Se imprime una moneda sin valor, que ha perdido más del 90% de su poder adquisitivo en diez años, para financiar un gasto público y derroche gubernamental creciente.
Imaginen, un banco central que emite pesos a niveles absolutamente alocados con una demanda cada vez menor de los mismos.
Cuanto más utilice el gobierno la política monetaria para disfrazar desequilibrios estructurales, más caerá la demanda de pesos y menos valdrá el peso. No se preocupen por si “sube el dólar” exijan a sus gobernantes que dejen de hundir el peso.
¿Por qué se desploma la demanda de pesos? Porque los ciudadanos argentinos no son tontos, y saben que el poder adquisitivo de sus ahorros y salarios va a ser destruido por el gobierno, y buscan preservar lo poco que ganan y ahorran convirtiéndolo a dólares. No es ninguna sorpresa tampoco que ninguna empresa seria quiera aceptar pesos como moneda de transacción. Porque saben que el gobierno expropiará los ahorros y riqueza vía impresión masiva de dinero.
Imprimir más pesos con demanda decreciente no crea más riqueza, diluye y extrae la que existe.
El gobierno ha planteado ahora un plan para fomentar el ahorro e inversión en pesos. Es una broma. El mismo gobierno que está ordenando un aumento de la base monetaria del 31% anualizado, es decir el triple de aumento de base monetaria de Estados Unidos y sin demanda global de pesos, le dice a los ciudadanos que deben ahorrar e invertir en pesos mientras a la vez lleva a cabo la política monetaria que hace del peso una moneda insegura, constantemente depreciada y sin demanda.
El gobierno achaca a la avaricia que se ahorre en dólares y se atreve a decir que hay que “acostumbrarse a ahorrar en pesos”. No existe nada más inmoral que decirle a la población que ahorre en algo que el propio gobierno hunde con la política monetaria más extractiva y alocada de la región. Ese mismo gobierno que exige a los demás que acepten una moneda que el propio gobierno va a depreciar constantemente tampoco ahorra e invierte en pesos. Curioso.
Si el gobierno quiere que los ciudadanos ahorren e inviertan en pesos lo primero que tiene que hacer es eliminar el cepo, los tipos de cambio falsos antes descritos, incluidos el mal llamado “oficial”, eliminar el aumento constante de base monetaria y la impresión de pesos sin control.
Si el gobierno quiere que los argentinos ahorren en pesos solo tiene que hacer una cosa: No destruir el peso.
El problema no es que haya seis tipos de cambio del dólar. Es que cinco de ellos son farsas gubernamentales para expropiar la riqueza y el ahorro de los argentinos.
Sólo hay un tipo de cambio del dólar contra el peso: El de mercado.
Y recuerden, no es que el dólar suba, es que ellos -el gobierno- hunden el peso.
*Doctor en economía, profesor de Economía Global y autor de bestsellers entre los que se cuentan La Gran Trampa, La Madre de Todas las Batallas y Viaje a la Libertad Económica, traducidos al inglés, chino y portugués. Twitter: @dlacalle