Hace unos días el Banco Provincia anunció que analiza ampliar la promoción por la cual se obtienen descuentos del 50%, con un tope de reintegro de $1.500 en productos de consumo masivo y que días atrás generó largas colas en los locales de las cadenas adheridas, y demoras de hasta tres horas en las cajas de los mismos. De aplicarse la ampliación de la promoción, prevista para el 16 y 23 de agosto, el banco público provincial se haría cargo del 30% del descuento, mientras que los supermercados del 20% restante.

La medida permite poner en evidencia la difícil situación económica que atraviesan los residentes de la zona bonaerense que vieron disminuir su poder adquisitivo, de manera considerable, durante el último año y medio. Los mismos interpretan a dicha promoción como la posibilidad de recuperar algo de la porción de poder adquisitivo resignada en los últimos meses, o bien como una manera de acceder a una porción de los bienes de consumo indispensables que como efecto de las políticas macroeconómicas dejaron de acceder.

La medida fue anunciada en un contexto marcado por el escenario electoral con epicentro en la Provincia de Buenos Aires, y  por el fuerte retroceso del consumo que, tanto en shoppings, como en supermercados, acumula 17 meses de caída continua. Al respecto, el vocero de la Cámara Argentina de Supermercados, Fernando Aguirre reconoció que las ventas de los supermercados “son muy bajas”.

El desempeño adverso del consumo se encuentra influido por la política macroeconómica aplicada desde diciembre de 2015, la cual impactó sobre el poder adquisitivo del salario y su efecto regresivo sobre la demanda. En dicho sentido, atendiendo al efecto de la devaluación, mas la quita de retenciones que evitaba que los precios de los principales bienes de consumo se equipararan a los precios internacionales, se evidenció un aumento considerable de la inflación. Según el Índice de Precios al Consumidos de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) durante 2016 la misma fue del 41%. Mientras los incrementos salariales fijados por las partidarias cerraron en el orden del 30% y el 35,3%, es decir por debajo de la inflación. Lo que se tradujo en una caída significativa del poder adquisitivo de los salarios que influyó de manera regresiva en la evolución del consumo.

Siguiendo los datos elaborados por el Observatorio de Políticas Económicas de la Universidad de Avellaneda los ingresos de los trabajadores se vieron deteriorados por una insuficiente actualización de los mismos por sobre los niveles de inflación. Los trabajadores del sector privado perdieron en promedio entre un 9% y 10% del salario en términos reales.

Al mismo tiempo, la disminución del nivel del consumo no solo se explica por la  pérdida de poder adquisitivo de los asalariados, sino que también interviene el creciente nivel de desocupación. Si atendemos a los datos publicados por el INDEC el desempleo existente durante el primer trimestre de 2017 avanzo a un 9,2 de la población activa, que consiste en la cifra más alta alcanzada durante la última década. Según  datos de CEPA la cantidad de despidos y suspensiones acumulados desde diciembre de 2015 suma un total de 264.143 (76.526 del sector público y 187.617 del sector privado), siendo la industria uno de los sectores mas afectados por los mismos.

A la pérdida de capacidad de compra de los salarios y al crecimiento del desempleo que afecta de manera negativa en el consumo, se le suman los aumentos ocurridos por la variación en el dólar ocurrida durante la última semana. Según la Cámara Argentina de Supermercados los precios en supermercados de todo el país registraron aumentos promedio del 5% durante el último mes, como consecuencia de la sostenida suba en la cotización del dólar. En tanto los aceites y artículos de limpieza, registraron un aumento promedio del 8% en los últimos 30 días y fueron los productos que más aumentaron; mientras los lácteos se incrementaron en un 5%.

En suma, la disminución en los niveles de consumo obedece a los efectos de las políticas económicas implementadas por el gobierno que afecta a la mayoría de los bonaerenses, y que difícilmente puedan ser revertidas meramente con descuentos o promociones.