Cierta estabilidad cambiaria parece estar ganando espacio, y los inversores así respiran aliviados (al igual que el Gobierno, y muchos otros actores). Esto entendemos es en parte producto de la mejora de la coyuntura económica y de señales políticas. Cayó la volatilidad del tipo de cambio, y las tasas de interés de Leliq han descendido. Manteniéndose aún altas, pero ubicándose ya cerca del 70%.

Dentro de la mayor oferta de divisas, se denota un incremento en la liquidación del complejo agropecuario en las últimas jornadas ante la eliminación de la tasa de estadística. A la par, los plazos fijos privados en pesos crecen en lo que va de mayo, tras un bimestre donde el crecimiento solo fue poco (con una expansión menor a la tasa de interés devengada en marzo y retiro de depósitos en abril).

En el análisis de la coyuntura, seguimos haciendo alusión a que el gobierno está atravesando un desierto donde la mayoría de las noticias económicas y políticas hasta abril fueron malas: mayor inflación, volatilidad cambiaria, subas de tasas, alza del riesgo país y encuestas de opinión que mostraron un sesgo negativo hacia el gobierno.

No obstante, en la primera quincena de mayo, claramente comenzaron a aparecer algunas señales que resisten cierta mejor visión, como una caída en la inflación ante el 3.4% de abril -luego de ubicarse en 4.3% promedio mensual en el bimestre febrero/marzo-. Del lado de la solvencia fiscal y actividad, se verificó un fuerte ascenso en la recaudación de abril que llevó al superávit primario (por cuarto mes consecutivo). Además, los impuestos vinculados a la actividad anticiparían una abrupta recuperación en el EMAE (Estimador mensual de actividad económica)  de abril (a conocerse en junio). ¿Las razones? La mano del agro (mayor cosecha) y los impuestos de comercio exterior, que asimismo anticipan un buen superávit comercial y una nueva contracción del déficit de cuenta corriente.

Sintéticamente, estos movimientos reflejan el curso de la estabilización macro hacia mayor ahorro interno. A la par, la política “sorpresivamente” ayudó. Si bien falta, el escenario comenzó quizás a despejarse un poco antes del 22 de junio. ¿Falta? Claramente. Pero la noticia reciente al menos parece para algunos estar eliminando el “peor” escenario definido por una vuelta de CFK a la presidencia, o al menos moderando esta posición.

De hecho, una combinación de postulantes favorecería a la moderación económica futura, y de continuar la aparición de algunas buenas señales en los próximos meses, favorecería al gobierno en pos de la reelección.

*Director Portfolio Personal. Twitter: @pablocastagna