La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, vivió un escrache tras regresar de un viaje a Jujuy, donde había firmado un acuerdo e inaugurado una escuela junto al secretario de Educación, Carlos Torrendell, y el gobernador jujeño, Carlos Sadir.

Después de cumplir con sus compromisos en el norte del país, Pettovello se subió a un colectivo junto a su equipo. Al poco tiempo de iniciar el recorrido, un grupo de pasajeros la reconoció. Fue entonces cuando las cosas comenzaron a descontrolarse. Los gritos y los insultos comenzaron a resonar en el interior de la unidad, acusándola de ser parte de un gobierno que había tomado decisiones controversiales, como la posible privatización de Aerolíneas Argentinas, el ajuste a las universidades, a los jubilados y la no entrega de alimentos a los comedores. Los cánticos de protesta llenaron el aire, abordando la indignación que muchos sentían por la situación actual del país.

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X de Mati Aromi

La tensión aumentaba a medida que los pasajeros reprochaban a la ministra por su presencia, mientras la acusaban de haber defraudado a aquellos que dependen de los comedores escolares. En medio del tumulto, Pettovello optó al principio por no confrontar a sus detractores, pero la presión fue tal que finalmente no pudo contenerse. Con la determinación que la caracteriza, alzó la voz y se atrevió a responder: “Todos somos el pueblo, aprendan a respetar. Ganamos las elecciones, aguanténsela”, lanzó la funcionaria libertaria.

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X de Sandra Pettovello

Horas después del incidente, Pettovello se dirigió a sus seguidores a través de su perfil en la red social X, donde expresó su descontento con lo sucedido. “Lo que ocurrió no fue un acto espontáneo, sino una acción cobarde y antidemocrática”, escribió, defendiendo su derecho a transitar libremente por las calles de Buenos Aires sin temor a ser atacada. Con un tono desafiante, instó a quienes la habían insultado a aprender a convivir con la discrepancia: “Perdieron, acostúmbrense”, sentenció, mientras anunciaba que se había iniciado una investigación para identificar a los responsables de los insultos.