Tal parece que las críticas no le han sentado bien al titular de Economía Luis “Toto” Caputo. Tras acumular cuestionamientos por sus cuentas en dólares en el extranjero y por sus declaraciones festejando que los argentinos “venden dólares para pagar impuestos”, el dirigente se desdijo y juró que “no le pidió a nadie que haga nada”. Además, sacó a relucir su memoria de pez y aseguró, dejando en el olvido sus dos períodos como ministro de la Nación, que ganó su plata “en el sector privado, rompiéndose el…”.

Todo comenzó el fin de semana, cuando el exfuncionario macrista celebró el rumbo del programa de ajuste del Gobierno y vio con buenos ojos que la sociedad “venda dólares para pagar los impuestos” debido al tarifazo y a la licuación de los ingresos en pesos. La lluvia de críticas no hizo retroceder a quien fuera director del Banco Central hasta este lunes, cuando otro embate lo dejó flojo: la divulgación de sus cuentas bancarias declaradas, que incluyen varias cajas en dólares en el exterior.

Tras ello, a Caputo no le quedó otra que enfrentar el repudio y, enfurecido, cargó en X (ex Twitter) contra sus detractores. “No hago nada con mis ahorros, porque si hago algo y sale bien, tipejos como vos van a decir que gané porque tenía información. No pido a nadie que haga nada, solo explico lo que estamos haciendo para que la gente entienda y tome las decisiones que quiera, pero con mayor información”, aseguró el titular del Palacio de Hacienda frente a las críticas amontonadas en su contra.

Ampliar contenido
X de totocaputo

Pero, curiosamente, el dirigente acompañó la explicación con un comentario que, a todas luces, no envejeció del todo bien. “Mi plata me la gané trabajando en el sector privado, rompiéndome el alma, y la reporto como corresponde”, perjuró el funcionario, olvidando que fue dos veces ministro (una bajo la administración de Javier Milei, aún en curso, y otra durante la gestión de Mauricio Macri) y que también se desempeñó como autoridad del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y de Edenor.

Pese a ello, y dejando en evidencia la decisión deliberada de ignorar su extenso paso por el área pública para cerrar una argumentación evidentemente floja de papeles, el economista concluyó: “Dejé el sector privado para que ustedes no vuelvan nunca más en la vida a gobernar este país, para que el sector público deje de ser un negocio y pase a ser un servicio a la sociedad, y para que volvamos a ser el país que los argentinos de bien se merecen. Seguramente todo lo opuesto a lo que vos querés”.