“No hay Estado si desvinculan a 70 mil compañeros y compañeras”
Soledad Santellán, Secretaria de Convenios Colectivos de ATE Capital, conversó en exclusiva con Diagonales sobre la ola de despidos en el Estado y las respuestas de los trabajadores. (FRASE). El miércoles post feriado, medida de fuerza y clima de tensión.
El Gobierno nacional avanza en una nueva fase de su plan de ajuste. Tras licuar brutalmente los salarios de los trabajadores y las jubilaciones y recortar indiscriminadamente el gasto público, el nuevo paso es el que no pudieron o no se animaron a dar entre diciembre y enero. Con el salario deprimido y la recesión creciendo, ahora es el tiempo de los despidos masivos. Milei afirmó el martes que serán unos 70 mil contratos los que se darán de baja en la administración nacional, contratos que fueron prorrogados por tres meses tras la asunción del nuevo Gobierno.
Frente a esta situación, el movimiento obrero ya está en pie de lucha y esta semana tuvieron lugar reclamos en la calle que anticipan una escalada en la conflictividad social. La Asociación de Trabajadores del Estado salió a plantear con fuerza que no permitirán las bajas de los trabajadores y trabajadoras que ya están siendo notificados sobre su cesantía a partir del primero de abril. El miércoles post feriado ATE concurrirá con sus delegados y delegadas a todos los edificios públicos para garantizar que los contratados puedan ingresas a sus puestos de trabajo, y se espera un día de mucha tensión. Soledad Santellán, Secretaria de Convenios Colectivos de ATE Capital conversó en exclusiva con Diagonales sobre lo que se espera para esa jornada y cómo se prepara el movimiento obrero para enfrentar la ola de despidos con la que el Gobierno hace propaganda.
¿Cuál es la situación actual con los despidos en el Estado?
- El martes empezaron a llegar los telegramas de despidos y GDE. Hay varias modalidades de aviso. En el Ministerio de Economía varios compañeros ponían la huella en el biométrico y no podían pasar porque ya los habían dado de baja del sistema. Tomamos la decisión de que entraran igual porque, sus contratos son hasta el 31 de marzo. Hicimos una concentración en la puerta y los compañeros lograron entrar. En el Ministerio del Interior mandaron cartas documento a trabajadores y trabajadoras avisándoles de su desvinculación desde el primero de abril. En otros organismos mandaron notas por GDE. Estamos en una situación muy preocupante.
¿En todos los casos se trata de contratados por Artículo 9 o también hubo despidos sobre tipos de contrataciones más estables?
- En líneas generales son más Artículo 9, que nosotros llamamos Ley Marco o 048. Son los contratos que se habían renovado por tres meses. Otros son monotrobutistas, que venían haciendo las mismas tareas que los Artículo 9 e incluso a veces tienen más años, pero esa es la forma de contratación que tiene el Estado. En otros casos, que son los menos, había gente con planta permanente. Por ejemplo en Incaa se dieron de baja a 29 trabajadores que habían concursado para su planta permanente. En Interior dos compañeras que concursaron y quedaron por orden de mérito, faltaba el alta administrativa, y las están desvinculando.
¿Encuentran algún criterio o racionalidad en los despidos o es una situación a mansalva y que caiga todo, sin ninguna lógica?
- No hay una lógica. Hay despidos de compañeros de más de 20 años de vinculación con el Estado, compañeros muy formados, por ejemplo del Instituto Geográfico Nacional, el órgano rector de los mapas en Argentina, en el Sistema Meteorológico Nacional, el Conicet. Todos organismos donde es fundamental el Estado para garantizar derechos, soberanía.
¿Cómo tomaron las declaraciones de Milei haciendo propaganda con que se van a caer 70 mil contratos?
- Como una provocación, lo que vienen haciendo constantemente. No hay Estado si desvinculan a 70 mil compañeros y compañeras de sus puestos de trabajo, porque son la cantidad de trabajadores y trabajadoras que están contratados. No habría funcionamiento del Estado, porque la planta permanente es mucho menor. Hay organismo enteros que están funcionando con Artículo 9, porque lamentablemente es una deuda de todos los gobiernos el no haber pasado a planta a esos trabajadores. Ese es un gran reclamos nuestro, sobre todo en el Gobierno de Alberto Fernández. El Estado se mueve y garantiza derechos a través de esos compañeros contratados.
¿Hay algún tipo de negociación o diálogo con el Gobierno, quizás por algún nivel de despidos razonable?
- Claramente este Gobierno no quiere el diálogo. Ni bien asumió la gestión, con nuestro Secretario General, Daniel Catalano, fuimos a reunirnos con Guillermo Francos para plantearle nuestras preocupaciones. Sobre todo por el discurso violento del Gobierno contra trabajadores y trabajadoras del Estado, planteamos que tengan en cuenta los cupos, las áreas críticas y específicas. Ahí hubo una escucha porque la primera decisión fue prorrogar contratos y aceptar excepciones. Hubo despidos que eran lógicos, compañeros que iban a dejar de estar vinculados porque venían con la política, por la propia lógica del Estado. Pero después no pudimos tener otros canales de diálogo con ningún representante del Gobierno. Quizás nuestros delegados y delegadas pueden hablar con sus superiores directos, pero siempre la respuesta para todo es que es una decisión que viene de arriba, de Jefatura de Gabinete. Entonces las negociaciones se hacen muy difíciles.
¿Qué se le dice en ese sentido a la sociedad para contrarrestar esa estigmatización del empleo público?
- Nuestro planteo es que la sociedad pueda tomar conciencia de que en todo lo que nos vincula en la vida cotidiana está el Estado en el medio, o regulando, o efectivizando y garantizando derechos. Desde que nacemos hasta que morimos el Estado está en toda nuestras instancias. Sería muy caótica nuestra vida sin un Estado que la regulase. Además tenemos una posición ideológica respecto al Estado, porque desde allí se puede garantizar que no existan inequidades, es el que puede nivelar la cancha. Sin el Estado sería todo muy voraz.
¿Y cómo están viendo este momento de despidos y estigmatización en comparación a otros tiempos de achicamiento del Estado?
- Este momento es mucho más duro. Yo viví el macrismo y parte del menemismo siendo trabajadora del Estado y hoy es mucho más violento. Porque se están normalizando muchas situaciones de violencia verbal y simbólica que antes eran impensadas, y la sociedad las está normalizando. Para nosotros es mucho más complejo y difícil. Es un discurso que viene desde hace mucho, la empleada pública de Gasalla, Neustadt en los 90 que hablaba todo el tiempo de la cantidad de dinero que perdíamos con los trenes o los aviones, por citar ejemplos. Hoy se cristaliza en esta situación mucho más violenta, extrema y deshumanizante, porque vemos mucho individualismo en la sociedad, poca propensión a pensar en los demás y a la solidaridad.
Anunciaron medidas de fuerza para la semana que viene. Se habló de paro y hasta toma de ministerios. ¿Cómo va a ser la respuesta si el Gobierno avanza con los despidos?
- Nuestra primera discusión en el Consejo Directivo de ATE Capital es que el miércoles 3 de abril todos los delegados y delegadas de cada sector, y nuestros compañeros y compañeras, vayan a trabajar y que haya asambleas. Vamos a hacer una entrada masiva a los edificios públicos, que son edificios del pueblo, porque que esos trabajadores tienen que volver a sus puestos. A las 8 o 9 de la mañana vamos a estar en las puertas de los organismos públicos para garantizar la entrada de los trabajadores a sus puestos. No sabemos cómo responderá el Gobierno, pero estamos preparados para esa disputa.
¿Imaginan un clima tenso y de posible represión?
- Estamos preparados para cualquier situación. Es muy probable que haya presencia policial, ayer de hecho había policías de civil y en servicio en los organismos y las asambleas que se hicieron. En muchos sectores pidieron las filmaciones. Como trabajadores y trabajadoras del Estado estamos pasando por una situación muy compleja pero estamos preparados para eso, estamos dispuestos a dar la discusión y a dar la pelea.
¿Hay articulaciones con los trabajadores del sector privado, donde también comienzan a crecer los despidos?
- Hay sectores nuestros que están muy vinculados a la actividad privada. Por ejemplo lo que era el Ministerio de Obra Pública, o el de Hábitat y Vivienda. Todo el parate en esos sectores es muy fuerte y pega en la industria de la construcción. Ahí estamos articulando el pensar juntos esa situación, que es terrible porque la obra pública es el motor de muchas provincias y municipios, activa las economías regionales.
¿Con la CGT también se articula en este momento? ¿Hay perspectivas de un nuevo paro general como el del 24 de enero?
- Tenemos articulación constante con la CGT. En el 8M como movimiento feminista tuvimos una articulación enorme, fuimos en una marcha unitaria, la primera vez en la historia donde hubo una conferencia de prensa de la CGT donde estuvieron todas las centrales. Se articuló la calle y fue muy potente. Venimos articulando en todos los espacios con las distintas centrales y también con los movimientos sociales para dar la pelea. En este momento la unidad del movimiento obrero y el campo popular es la prioridad.
¿Cómo ven a la dirigencia política en este momento? ¿Creen necesario que asuman un mayor protagonismo?
- En una mirada personal, la política está expectante de alguna situación que no sé cuál tiene que ser, y la verdad que es preocupante. Porque hoy esa dirigencia debería tener un rol más activo que no está teniendo. Quizás no lo dicen tan abiertamente, pero piensan que es el momento del movimiento obrero y están dejando que encabece esta situación
¿Cuál tiene que ser entonces el lugar de los trabajadores y el movimiento obrero en la reconfiguración política de la oposición?
- En el post Milei tenemos que tener otro rol, diferente. Debemos poder tener más representantes en el Congreso, que hoy son escasos, tenemos referentes muy queridos allí pero deberían ser mucho mayor la representación. Y también ser mucho más críticos en un futuro gobierno nuestro, nacional y popular, con respecto a las políticas que se lleven adelante. En el Gobierno de Alberto Fernández tuvimos muchas discusiones internas con respecto a los concursos de los compañeros, los pases a planta, porque ya nos había pasado en el macrismo que borraron de un plumazo el conectar igualdad, la ley de medios, políticas públicas que tendrían que tener mayor seguridad, como también los trabajadores, y eso no se hizo. Nuestro rol tiene que mucho más cuestionador en una nueva etapa. Por lo menos esa es la crítica que nos hacemos, porque hoy nos vemos otra vez en una situación de vulnerabilidad, tanto los trabajadores como las políticas públicas que garantizan derechos.
Milei dijo que más del 50% apoya su ajuste y cree que vamos a estar mejor, que la palabra que más aparece es “esperanza”. ¿Qué recogen ustedes del día a día de los trabajadores?
- Creo que él está con un relato fantástico, yo no lo veo así. Creo que la sociedad irá reflexionando sobre la situación en la que estamos, sobre el ajuste que estamos sufriendo trabajadores y jubilados, es una situación terrible y muy preocupante la que estamos pasando. Nosotros como trabajadores, trabajadoras y dirigentes sindicales tenemos esperanza, esperanza en nuestro pueblo, en que esto se va a terminar, en volver a tener un gobierno que gobierne para el pueblo y por eso también hacemos lo que hacemos. Sin esperanza no lo podríamos hacer. Tenemos esperanza pero de que este Gobierno se vaya y que podamos tener otra situación.