La votación de la Ley Bases generó una fuerte polémica hacia el interior del peronismo luego de que dos senadores del Partido Justicialista dieran el visto bueno a la iniciativa de Javier Milei. La titular del bloque de Unión por la Patria en la Cámara Alta, Juliana Di Tullio, pidió la expulsión de Edgardo Kuider y Carlos Espínola del PJ y sumó a Daniel Scioli a la lista. 

Meses atrás, el actual secretario de Turismo, Deportes y Medioambiente fue el primer precandidato a presidente de Alberto Fernández. Sin embargo, la candidatura no duró demasiado dado que poco después Unión por la Patria acordó la fórmula de unidad que llevó a Sergio Massa y a Agustín Rossi.

En ese entonces, Scioli se desempeñaba como embajador de Argentina en Brasil y aunque la relación del gobierno con Bolsonaro era distante y de tensión, el entonces diplomático había logrado un buen vínculo con el mandatario de la ultraderecha brasileña.

A los pocos meses de la asunción de Milei, Scioli logró un cargo en el Gobierno libertario de la mano de Guillermo Francos. Por ese motivo, y por su constante defensa del modelo de ajuste y licuadora, el kirchnerismo pidió su expulsión del PJ. 

Lejos de quedarse callado, el ex gobernador bonaerense respondió con un descargo en redes sociales y apuntó contra quienes se “creen dueños del peronismo o del perómetro”. 

El funcionario los “inivitó” a “leer la historia y leer a Perón” y aseguró que “el peronismo es un pensamiento estratégico, no ideológico”. Para Scioli el Justicialismo “privilegia alcanzar los objetivos para la felicidad del pueblo”. 

“No hay que enamorarse de los fracasos. Lo dice clarito en Conducción Política. Todos los partidos de 1946 se unieron contra Perón. Así nació la Unión Democrática, la casta de ese entonces. Ellos se quedaron con los aparatos y Perón con la gente. Perón siempre la vio”, afirmó.

Y continuó: “Jamás el peronismo se enamoró de los instrumentos. Siempre actuó de acuerdo a la realidad, postulando que esta es la única verdad”.

“El primer gobierno peronista impulsó el protagonismo del Estado y aumentó los ingresos de los trabajadores. Pero cuando vio que la inflación se convirtió en un problema y llegó al 40% anual, la política económica cambió y bajó el gasto público real, estableció el principio de productividad para aumentar salarios y estimuló las exportaciones. Así, en dos años, la inflación bajó al 4% y la economía recuperó fortaleza. Perón la volvió a ver”, señaló en un intento por justificar su respaldo al ajuste. 

"Y la veía bien clarito: ‘El punto de partida es la estabilidad de precios; el trabajo y el sacrificio, creadores de riqueza, son los factores decisivos de toda solución económica, y los hombres y los pueblos que no sepan discernir la relación entre bienestar con el esfuerzo no ganan el derecho a la felicidad que reclaman’”, citó a Perón. 

Scioli aseguró que “interpretando los nuevos tiempos que Perón advirtió que Argentina necesitaba capitales: la volvió a ver y buscó impulsar las inversiones extranjeras en petróleo y la industria automotriz”. “Luego Frondizi puso en marcha muchas de estas propuestas. Hay que ser prácticos, no dogmáticos”, exclamó.

"¿Saben de donde me inspiré para hablar de evolución?" Si, correcto, de Perón. En la Asamblea Legislativa de 1948 decía: 'la evolución es para los pueblos un agente de rejuvenecimiento indispensable y permanente. Es menester no aferrarse a prescripciones arcaicas o sobrepasadas por el tiempo. La política tiene la función de forjar la montura propia para cabalgar la evolución de la historia'”, añadió.

Además, recordó que el ex presidente y líder del movimiento peronista decía que “quien gasta más de lo que gana es un insensato; el que gasta lo que gana olvida su futuro; y el que produce y gana más de lo que consume es un prudente que asegura su porvenir”.

“Yo quiero sumar para que la Argentina se arregle de una vez y para siempre”, cerró el secretario de Turisml y firmó su carta con una peculiar descripción: “Daniel Scioli, peronista y libertario”.