Un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) reveló que el consumo de carne en el país tuvo una caída del 11,2% respecto del mismo período de 2023. 

Según el relevamiento, en octubre de 2024 el consumo per cápita de carne vacuna en Argentina alcanzó los 47,2 kilos por persona al año, el nivel más bajo de los últimos 28 años. 

En tanto, la industria frigorífica tuvo un repunto significativo en la faena al aumentar la producción y alcanzar las 290.000 toneladas de res con hueso. Sin embargo, gran parte de esa producción estuvo destinada al mercado externo dado que el consumo interno fue de apenas 1,848 millones de toneladas; cifra que representa una contracción interanual del 10,2% producto del impacto de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo. 

Según los datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), entre enero y octubre de este años, el precio de la carne vacuna aumentó un 33%. En tanto, el valor del pollo y el cerdo experimentaron incrementos que rondan el 170%, pero así todo su valor es más accesible que el de la carne. 

Por ese motivo, los consumidores han cambiado sus hbáitos alimenticios y se volcaron a carne de pollo y cerdo para reemplazar a la vacuna.