La diputada nacional por Cambiemos, Elisa 'Lilita' Carrió, vuelve a ser centro del conflicto interno del Gobierno. Luego de algunas amenazas y dichos que generaron polémica sobre la relación entre la legisladora y el presidente Mauricio Macri, finalmente presentó en el Congreso el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia, Germán Garavano, por "mal desempeño y eventuales delitos en el ejercicio de sus funciones".

Para Carrió,el funcionario "protegió" a ex presidentes y por eso, la líder de la Coalición Cívica la semana pasada dijo que perdió la confianza en el Presidente en la lucha contra la corrupción" y sin el apoyo de otros aliados de Cambiemos, ni de la oposición, presentó el pedido de juicio político en la Cámara de Diputados.

La legisladora efectuó esta maniobra basándose en la respuesta que dio Garavano ante la prensa cuando le preguntaron si la senadora, Cristina Fernández de Kirchner, debía ir presa: "hay un uso errático y excesivo de la prisión preventiva", señaló. Luego dijo lo que molestó tanto a Carrió: "nunca es bueno que se pida la detención o se detenga preventivamente a un expresidente".

Para la diputada el ministro incurrió en una "grave intromisión en las competencias del Poder Judicial y del Congreso", por emplear esas palabras un día antes de que se conociera el fallo que absolvió al expresidente Carlos Menem.

Carrió ya venía molesta desde la semana pasada y con la presentación lista pero ante el revuelo que generó en los medios la posible interna de Cambiemos, había manifestado que le pediría al Presidente que exigiera la renuncia a su funcionario, pero luego se desdijo al asegurar que fue una "broma".

 De todas maneras, admitió que la presentación ya estaba preparada y que simplemente la postergaría. Desde adentro del partido oficialista intentaron bajarle la tensión a las palabras de la legisladora al asegurar que se trató de una "exageración".

Sin embargo el fin de semana en el programa de Mirtha Legrand volvió al ruedo y este martes realizó la presentación formal en la Cámara de Diputados. Si bien el proyecto no va a ser discutido en un plazo inmediato, genera un fuerte impacto a nivel político sobre todo a dos meses del comienzo de un año electoral. Carrió aseguró que "en seis meses hay ruptura, ahora hay tiempo de recomponer".