Cristina Fernández de Kirchner se encuentra en una intensa carrera por alcanzar la cima del Partido Justicialista Nacional. Este lunes, sus apoderados dieron un paso decisivo: reservaron el nombre de la lista que competirá el próximo 17 de noviembre en las elecciones partidarias.

El trío que respalda a la ex presidenta, compuesto por Anabel Fernández Sagasti, Teresa García y Gustavo Arrieta, solicitó oficialmente la reserva del nombre “Primero La Patria”, con los colores “Celeste y Blanca” y el número 2. Este movimiento no deja lugar a dudas sobre la determinación de Kirchner de llegar a la presidencia del partido, un objetivo que también persigue el riojano Ricardo Quintela.

La atmósfera se torna electrizante mientras ambos candidatos se preparan para una contienda que promete ser intensa. Quintela, el gobernador del norte, se comprometió a llamarla con la esperanza de encontrar un punto de acuerdo en esta crucial disputa por la conducción del PJ Nacional. Sin embargo, la realidad es que ambos son contendientes firmes y cada uno quiere hacerse con el control del partido. Las posibilidades de alcanzar un consenso parecen desvanecerse, dejando en el aire la posibilidad de una elección interna. El dilema que enfrenta el peronismo es claro: o se opta por uno de los dos o se busca una lista de unidad.

La ex presidenta no se detiene en su cruzada; actualmente, está en la búsqueda de apoyos públicos y avales partidarios que le otorguen un mayor peso a su candidatura. Con el plazo para presentar las listas de candidatos venciendo el próximo sábado, la presión aumenta. A pesar de los esfuerzos, aún no hay un acuerdo de unidad entre Cristina y Quintela, lo que deja un amplio margen y varios días para dialogar, negociar y tal vez llegar a un entendimiento.

Sin embargo, en el trasfondo de esta lucha por el poder, muchos dirigentes del peronismo vislumbran que un acuerdo entre ambos podría ser el camino más sensato.