A cuatro años de la primera movilización bajo la consigna “Ni Una Menos”, el movimiento de mujeres, lesbianas, trans y travestis volvió a salir a las calles, esta vez, bajo la consigna «Vivas, libres y desendeudadas nos queremos» y con un documento consensuado con fuertes críticas a la gestión de Mauricio Macri.

Desde las 17 horas, las mujeres salieron a las calles en todo el país, siendo el epicentro Capital Federal, con una masiva movilización desde Congreso hasta Plaza de Mayo. A diferencia con otras movilizaciones, este Ni Una Menos, puso al frente una serie de reivindicaciones de los sectores más postergados: las comunidades trans y travestis, afros, migrantes, gordas, indigenas y presas políticas a fin de “empezar a saldar la deuda histórica para con ellas”, al tiempo que se apuntó no solo contra el gobierno nacional, sino también contra la justicia.

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“La enorme transferencia de recursos hacia los grandes capitales financieros mediante una devaluación que destruyó buena parte del salario, la fuga de divisas, el acuerdo con el FMI, la justicia patriarcal y la reforma previsional, así como la política de persecución, represión y criminalización de la protesta social y de guerra contra nuestro pueblo, precarizan día a día nuestras vidas”, apuntaron en el documento final.

“Ante este momento, los feminismos tenemos que ser resistencia y alternativa porque tenemos la tarea ineludible de aportar una alternativa de futuro para que el pueblo no siga pagando las consecuencias de esta crisis. Estamos organizades y no podemos retroceder. Gane quien gane en octubre, el movimiento de mujeres travestis, trans, no binaries, tiene el desafío de seguir copando las calles por sus reivindicaciones. Porque ningún gobierno, jamás, nos ha regalado nada. Todos nuestros derechos los arrancamos siempre con nuestra propia organización, confiando en nuestras propias fuerzas”, agregaron.

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Entre los pedidos, el movimiento de mujeres exigió la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y el cumplimiento del ProtocoloILE, así como también la necesidad de políticas para erradicar la violencia de género: “Exigimos la implementación de la Ley N° 26.485 de Protección Integral contra las violencias. Repudiamos el ajuste al INAM (Instituto Nacional de Mujeres) del gobierno macrista y a su titular, Fabiana Tuñez, responsable de los recortes de presupuesto y el ajuste en todos los programas contra las violencias”, apuntaron, al tiempo que destacaron que "desde la primera movilización por Ni Una Menos en 2015, hubo alrededor de 1193 femicidios”. En este marco, exigieron que se declare la Emergencia en violencia de género.

Las organizaciones también apuntaron a las violencias económicas llevadas adelante por Cambiemos. “El ajuste precariza y empobrece a nuestro pueblo. Este movimiento se pronuncia en contra de las políticas de ajuste fiscal y vaciamiento del Estado que el gobierno nacional y los gobiernos provinciales llevan a cabo”, destacaron en el documento, al tiempo que lanzaron críticas a las reformas laborales y previsionales, así como en la avanzada con la precarización. “Este movimiento se pronuncia por la defensa del trabajo, el salario, las jubilaciones y las pensiones”, lanzaron.

Respecto al Poder Judicial, desde las organizaciones exigieron el cese a la “justicia patriarcal, machista, racista, clasista y lesbotransodiante que nos somete, disciplina, oprime y revictimiza. Juicio político y destitución inmediata de magistrados ejecutores del patriarcado e incumplidores seriales de las leyes de género y tratados internacionales que reconocen nuestros derechos como derechos humanos”.

Pliego Final 3J 2019.pdf