Contra la pared, Gendarmería ordenó una investigación interna por el brutal ataque a Pablo Grillo
El Gobierno autorizó que las fuerzas inicien un sumario para dar con los responsables del disparo al fotógrafo. Patricia Bullrich quería mantenerlo en secreto. El extraño relato oficialista.
Cuando ya resultaba incontenible el escándalo por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo durante el violento operativo represivo el miércoles pasado, Gendarmería acató órdenes del Gobierno Nacional e inició una “investigación interna” para esclarecer las circunstancias y dar con los responsables del disparo que le abrió el cráneo al trabajador de prensa. Según trascendió, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich esperaba poder mantener en secreto la creación del sumario luego de las inconsistencias en sus declaraciones de los últimos días.
De la boca para afuera, el Gobierno condenó las investigaciones de la jueza Karina Andrade y prácticamente intervino la Justicia argentina, por ahora desoyó las presentaciones internacionales ante, por caso, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y en sus apariciones en los medios despreció cualquier tipo de versión que no fuera la oficialista. No obstante, hacia adentro empieza a calar hondo el tremendo caso y la investigación abierta en las líneas de la Gendarmería lo comprueba.
Es que el Gobierno autorizó en las últimas horas el inicio de un sumario estrictamente interno con el fin de establecer las responsabilidades sobre el estremecedor ataque a Grillo. La investigación habría sido habilitada por la propia Bullrich, pero la ministra mantuvo el hecho en secreto hasta que salió a la luz en diversos medios este martes. En principio, el objetivo del expediente sería acompañar las indagaciones de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), que la semana pasada denunció un posible delito de acción pública a cargo de los efectivos policiales.
Por lo demás, la investigación al interior de las fuerzas rompe con el relato que hasta el momento luchaba por impulsar, no sin dificultades, la funcionaria libertaria. Desde el incidente el 12 de marzo, Bullrich afirmó que las imágenes no evidenciaban irregularidades; luego, que el tiro rebotó dos veces antes de impactar en Grillo; además, que no fue dirigido a la cabeza del fotógrafo, aunque las averiguaciones no gubernamentales ya probaron claramente lo contrario. Es, en fin, un verdadero show de inconsistencias mientras el Gobierno sufre las consecuencias de su represión.