Las pruebas del crimen que complican a Bullrich y a las fuerzas de seguridad
Mientras Pablo Grillo lucha por su vida, la reconstrucción por parte de peritos del disparo que le generó una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica mostró profundas irregularidades en el accionar de las fuerzas. Se cuestiona la responsabilidad de la ministra.
En un hecho inédito en las últimas décadas, la represión del último miércoles dejó un saldo trágico: el fotoperiodista Pablo Grillo fue impactado en la cabeza por un proyectil de gas lacrimógeno disparado directamente contra los manifestantes por las fuerzas de seguridad, lo que tuvo como resultado una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica. Mientras el reportero gráfico lucha por su vida, desde el Gobierno nacional nadie se solidarizó con él ni su familia, más bien todo lo contrario. En las últimas horas Patricia Bullrich, principal responsable política de la represión y sus consecuencias, defendió el accionar de las fuerzas y culpó a Grillo de haber asumido un “riesgo” al agacharse a tomar una foto en el momento exacto del impacto.
Sin embargo, un primer estudio realizado por peritos de la situación arrojó conclusiones muy distintas a las vertidas por Bullrich. Willy Pregliasco y Martín Onetto estudiaron el caso junto con la organización “Mapa de la policía”, un sitio web que se dedica a recopilar información sobre el desempeño de las fuerzas de seguridad en operativos de represión y otras circunstancias, y concluyeron que “Grillo no fue herido por una mala fortuna, le tiraron a matar”.
“Por la relación entre la imagen y el sonido del disparo, pudo calcular la trayectoria del proyectil”, comienza la explicación del video de la organización, en la que también se muestra que el lugar exacto desde donde sale el disparo: “es el humo que aparece atrás del tacho de basura, a la derecha de los dos hidrantes”, relata la reconstrucción audiovisual del momento mientras muestra la escena exacta de la detonación.
“El efectivo que dispara está al lado del camión hidrante”, continúa el video, identificando con claridad al que sería el efectivo responsable del disparo. Por otro lado, Mapa de la policía marcó a las 17:18 como el momento exacto del impacto del proyectil en la cabeza de Grillo.
Y aquí viene la parte que más complica a Bullrich y a los efectivos de las fuerzas: “Tanto los efectivos de Gendarmería Nacional como los agentes de la Policía Federal disparaban a quemarropa, con armas lanza gases que apuntaban a la altura del cuerpo. Todas las recomendaciones y reglamentos relativos a este tipo de armamentos establecen que los disparos deben hacerse a un ángulo de 45 grados hacia arriba. La sistematicidad con que se observa que distintos efectivos disparan de modo irregular indica que la responsabilidad es de los jefes policiales y especialmente de la ministra Bullrich”.
La argumentación es acompañada en el video por múltiples imágenes de la cobertura televisiva, en las que se observa claramente a miembros de las fuerzas disparando directamente a la altura del cuerpo los gases, y apuntando exactamente a la zona donde fue impactado Grillo y en la hora señalada.
“En nuestra reconstrucción se puede ver con claridad el lugar de donde salió el disparo y el ángulo de tiro horizontal”, expusieron desde Mapa de la policía, trazando una línea directa entre el lugar donde fue impactado el fotógrafo y el grupo de efectivos que estaba disparando. En el video se ve claramente al proyectil trazando ese recorrido hasta impactar en la cabeza de Grillo, sin rebotar en el piso ni impactar en ninguna estructura, tal como afirmó Bullrich ayer en una entrevista televisiva.
“Lanzaron el gas lacrimógeno como si fuera una bala. Grillo no fue herido por una mala fortuna, le tiraron a matar”, concluye el video.