Del Caño: "El Gobierno termina comprando el discurso de Patricia Bullrich"
El Diputado de la izquierda dialogó en exclusiva con Diagonales. La represión en Villa Mascardi, la lucha en neumáticos, la disputa con los libertarios y la ¿derechización? de la sociedad. El desafío de captar los votos desencantados del peronismo.
Nicolás Del Caño posa para la cámara de Diagonales en un pasillo del octavo piso del Anexo A del Congreso de la Nación, minutos antes de entregarse sin límite de tiempos ni extensión a responder cada pregunta que se le hace. Con la seguridad y la firmeza con la que viene defendiendo sus ideas hace años, al punto tal de convertirse en uno de los máximos referentes de la izquierda argentina en la actualidad, plantea una y otra vez la necesidad profundizar las luchas de los trabajadores para construir una nueva tradición de la clase obrera en el país. Lo que las mayorías nacionales necesitan, en su mirada, “no lo van a hacer los empresarios y los capitalistas, para eso necesitamos un gobierno de los trabajadores”.
Junto con su compañera del PTS, Myriam Bregman, Del Caño forma parte de una generación que renovó la izquierda trotskista argentina y la colocó definitivamente en el mapa político nacional. Hoy, esa izquierda se disputa con la derecha liberal el voto desencantado del FdT y apunta a mejorar el año que viene la buena elección del 2021. “El problema es que siempre el ajuste sobre el pueblo el pueblo trabajador” afirma para explicar ese descontento con el Gobierno, al que también le critica las represiones para sostener ese ajuste: “eso que dice Cristina de que el peronismo no reprime es una mentira flagrante”.
Del Caño discute con la idea de una derechización de la sociedad, y retoma la lucha de los trabajadores del SUTNA, los docentes y las tomas de colegios como ejemplos de lo contrario. Apuesta a una reducción de la jornada laboral para crear un millón de puestos de trabajo, a la Ley de Humedales, se opone a suspender las PASO y dispara contra el presupuesto de Massa: “está escrito y diseñado en Washington para pagarle al FMI y cumplir con los especuladores”. Charla a fondo con el Diputado del PTS.
¿Cómo ves el momento actual del Gobierno?
-Es un Gobierno que viene de crisis en crisis desde que asumió. En un primer momento tuvo un consenso por la pandemia pero después se fue perdiendo, porque las promesas electorales no se cumplieron. No se recompuso el salario ni la jubilaciones, se está cada vez peor. El kirchnerismo atacó furibundamente a Guzmán por aplicar un ajuste y Masa llega con un ajuste recargado, el dólar soja para beneficiar a las cerealeras y los patrones del campo, es un ministro muy eficaz. Pero se ve un acuerdo fuerte del kirchnerismo, que es el que le está dando el volumen político a Massa para ser el superministro del ajuste. El cambio fue más que un cambio de ministro, fue un cambio del Gobierno.
“El kirchnerismo le da volumen político a Massa para que sea el superministro del ajuste”.
Hoy vemos un Gobierno más complaciente con los grupos empresarios, el FMI, la Embajada norteamericana. Hay mucha gente que está decepcionada, sobre todos sus propios votantes.
En la coyuntura económica actual, ¿hay margen para no ajustar?
-El ajuste hay que hacérselo a los de arriba. Hay casi cinco puntos del producto que son los gastos tributarios, es decir, los beneficios impositivos que en gran parte reciben los empresarios. Me parece un despropósito plantear este consenso que la derecha ha generado de qué no hay otra que hacer un ajuste. El problema es que siempre el ajuste sobre el pueblo el pueblo trabajador.
“El ajuste hay que hacérselo a los de arriba”
Entre los gobiernos de Macri y de Alberto Fernández hubo una transferencia de ingresos desde los asalariados hacia los grandes dueños del capital de 71 mil millones de dólares. De esos, 41 mil millones fueron durante el Gobierno de Alberto Fernández. Se justifica con la pandemia, la guerra, pero hubo un crecimiento fenomenal y ¿por qué los salarios no se recuperaron? Hoy la CTA informa que los salarios registrados cayeron por debajo de los niveles de 2019. ¿Quién se llevó el crecimiento? estamos en el piso de lo que se llevan de la torta los asalariados, nunca se llevaron tan poco.
¿Y por qué nunca se puede ajustar a los de arriba, qué falta en ese sentido?
- El cuento de siempre es que no da la relación de fuerzas, pero eso no estuvo en el programa y el planteo político, en la estrategia del peronismo. Su objetivo no es ajustar a los de arriba. Lo que dijeron fue vamos a pagar la deuda de Macri, que se reconoció, se votó pagar una deuda totalmente fraudulenta, cargársela al pueblo trabajador. En la crisis los de arriba imponen sus posiciones y ellos dejaron que las impongan. Alberto Fernández dijo que lo primero que iba hacer era darle un aumento a los jubilados, y lo primero que hizo fue quitar la movilidad jubilatoria, que por primera vez les iba a dar aumentos por encima de la inflación.
“Alberto Fernández dijo que lo primero que iba hacer era darle un aumento a los jubilados, y lo primero que hizo fue quitar la movilidad jubilatoria”.
Dijo que iba a terminar con las Lelics y los bancos siguen haciéndose una gran fiesta con las Lelics. ¿Qué sería ajustar a los de arriba? El monopolio estatal del comercio exterior controlado por los trabajadores, por ejemplo, impediría las maniobras que hacen de adelanto de importaciones, que es un saqueo al Banco Central. También de esa manera se pueden establecer precios diferenciados. Establecer estrategias en función de las mayorías populares, no de las cerealeras. Pero no pudieron ir ni contra Vicentín. De la estatización de Vicentín llegamos al dólar soja, cuyo costo es deuda, o sea, lo vamos a pagar todos nosotros.
El gran problema transversal a toda la población hoy en día es la inflación, ¿qué hay que hacer para bajarla o controlarla?
- Primero hay una medida defensiva para el pueblo trabajador, que es un aumento de emergencia, que ningún trabajador o jubilado cobre menos de lo que cuesta la canasta familiar, establecer ese mínimo. Y una cláusula gatillo o de indexación automática frente a la inflación. Y no solamente para los asalariados, también para los jubilados, los compañeros y compañeras que reciben el potenciar trabajo. Después, medidas como el monopolio estatal del comercio exterior, ahí evitás que se te vayan los dólares; la nacionalización de la banca bajo el control de los trabajadores para evitar la fuga de capitales; una serie de medidas que te permitan, en principio, resolver la restricción externa. Pero eso no lo van a hacer los empresarios y los capitalistas, para eso necesitamos un gobierno de los trabajadores.
¿Cuál es el saldo del conflicto de los trabajadores del neumático?
- Es muy positivo, en principio es un gran triunfo de los trabajadores teniendo en contra al Ministerio de Trabajo, al Gobierno, al ministro Masa, a la cúpula de la CGT. Todos compraron el discurso de la derecha que salía atacar a los trabajadores diciéndole salvajes, cuando en realidad salvajes son esas patronales. Entonces, la persistencia de los trabajadores, la unidad, y la decisión democrática de no perder, creo que eso muestra un gran ejemplo de que se puede realmente torcerle el brazo a las patronales y al Gobierno.
¿Y qué impacto sentís que puede tener en el mundo sindical?
- A nosotros nos llegan comentarios de compañeros que dicen “los de neumático se organizaron y pudieron, ¿qué pasa con nuestro dirigentes que perdemos salario y no pasa nada?”. Ese ejemplo empieza a generar una presión e impulsa la organización de los trabajadores por sus derechos.
“Tenemos la apuesta de conquistar cuerpos delegados, juntas internas, sindicatos etc, para organizarlos de manera democrática y sacarlos de las manos de la burocracia sindical”.
Nosotros tenemos la apuesta de conquistar cuerpos delegados, juntas internas, sindicatos etc., para organizarlos de manera democrática y sacarlos de las manos de la burocracia sindical. Del 2016 a esta parte, el salario registrado perdió 16 puntos, cerca de 30 en los trabajadores estatales, y 35 en los no registrados. ¿Y qué hizo la dirigencia sindical?
Es un debate dentro del campo popular, las izquierdas, la cuestión de la economía popular e informal. Hay sectores que plantean que tiene que ser reconocida como un sector específico porque el propio desarrollo del capitalismo hace que sea imposible reintroducir a toda la población al sistema del trabajo formal. ¿Vos como ves esta cuestión?
- Yo escribí un libro sobre eso, se llama “Rebelde o precarizada”, por la juventud. Nosotros no compartimos esa visión, por eso insistimos con la reducción de la jornada del trabajo. Hubo un salto enorme en la productividad en los últimos casi 100 años, el desarrollo tecnológico ha sido enorme, y no solamente que eso no ha redundado en una mejora para la calidad de vida de las trabajadoras y trabajadores, sino que ha significado una sobrecarga laboral aún mayor para muchas personas, desocupación, desempleo, informalidad para otros sectores.
Nosotros decimos que es totalmente posible reducir la jornada laboral de trabajo y al mismo tiempo repartir las horas entre ocupados y desocupados. Hay una discusión internacional sobre esto, que permitiría incorporar a compañeros y compañeras que están desocupados o que están trabajando de manera informal. Nuestros compañeros del PTS hicieron un estudio que determina que se pueden generar 1 millón de puestos de trabajo en Argentinas con esta medida. Ahora, eso implica afectar la ganancia capitalista categóricamente, no es algo que se va a lograr mañana en forma aislada.
¿Cuál es tu mirada sobre el presupuesto 2023 que presentó el Ministerio Economía?
-Tiene una inflación de 60%, que si nos regimos por lo que viene sucediendo estos últimos meses va a ser muy difícil que esto se cumpla. Y esa es una forma que todos los gobiernos tienen de licuar los gastos en educación, salud, obra pública, todos los gastos del Estado. Me parece que utiliza esa estrategia como los anteriores gobiernos, y tiene el problema de la pauta de déficit fiscal, un recorte fuerte del gasto primario.
Sobre el presupuesto 2023 de Massa: “Todo está escrito y diseñado en Washington, está diseñado para pagarle al FMI y cumplir con los especuladores”.
Nuevamente son los trabajadores del Estado los que van a seguir siendo una variable de ajuste para cumplir con el FMI, perdiendo salario. Ni hablar de los magros presupuestos para los ministerio el de las mujeres, ambiente. Todo está escrito y diseñado en Washington, está diseñado para pagarle al FMI y cumplir con los especuladores. Ésa es la mirada fiscalista muy clara que tiene este presupuesto.
¿Creés que va a salir la Ley de Humedales?
- Bueno esperemos que salga, el tema es que lleva 10 años acá en el Congreso cajoneada. Ahora, a raíz de una movilización gigantesca y una preocupación enorme por cómo se está viviendo en toda la zona de Rosario, hubo un plenario de comisiones donde de repente todos estaban de acuerdo con la ley de Humedales ese día. Pero cuando llegó a comisión empezaron los peros. Es el lobby de las patronales ligadas al agro, la minería, las petroleras. Nosotros aportamos a la movilización. Los que no quieren que salga este proyecto, consensuado por más de 500 organizaciones socio ambientales, buscarán trabarla o hacerle modificaciones a tal punto de que pierda su efectividad en los principales elementos de la ley.
Humedales: “Tenés gobernadores como Perotti, como Bordet, como Uñac que están en contra. Directamente forman parte del lobby del agro negocio, del negocio inmobiliario, de las mineras”.
Esta actitud la tienen las dos coaliciones mayoritarias, porque el día que podía salir el dictamen, si el FdT votaba favor te daban los votos. Pero evidentemente no estaba el FdT en su totalidad, porque tenés gobernadores como Perotti, como Bordet, como Uñac que están en contra. Directamente forman parte del lobby del agro negocio, del negocio inmobiliario, de las mineras.
Otro de los debates que está transitando la política en este momento es el de la posibilidad de suspender las PASI el año que viene, ¿cuál es tu posición al respecto?
- No estamos para nada de acuerdo en cambiar las reglas del juego. Siempre se plantea de la misma manera, ya lo hizo Macri, se planteó para el 2021. Siempre por los intereses políticos de algún sector, en este caso del Gobierno. Pero también rechazamos la boleta única, porque no hay ninguna discusión a fondo sobre el sistema electoral.
PASO: “No estamos para nada de acuerdo en cambiar las reglas del juego”.
A pesar de que rechazamos el piso del 1,5% que plantean las PASO, estamos totalmente en contra de que se modifiquen las reglas del juego poco tiempo antes de una elección. Y, claramente, es una maniobra para dividir a JxC, nadie es ingenuo, no hay ninguna cuestión más allá de eso.
Por el desalojo en Villa Mascardi el Gobierno quedó entrampado en críticas por izquierda y por derecha. ¿Vos que pensás de la cuestión y cómo crees que pueda resolverse ese conflicto tan complejo?
- Efectivamente es complejo, pero lo que es seguro es que no se va a resolver con la represión al pueblo mapuche. En ese sentido, el discurso de Patricia Bullrich, que ya vivimos con el asesinato de Rafael Nahuel, en la represión producto de la cual murió Santiago Maldonado, creo que estos días vimos una presión muy grande de parte de ciertos medios y la derecha, y el Gobierno termina comprando ese discurso. Pero no es nuevo, ya lo habíamos visto en Garnica cuando reprimieron a la familias que reclamaban vivienda.
“El Gobierno termina comprando el discurso de Patricia Bullrich”.
Eso que dice Cristina de que el peronismo nunca reprime es una mentira flagrante, hemos vivido experiencias en carne propia. La resolución no va a ser reprimiendo, encarcelando a las mujeres, una incluso a punto de parir en cautiverio, lo que nos hace recordar a la dictadura y las peores épocas de la Argentina. Además, lo que no se hace nunca es ir contra Joe Lewis, que se apropió de un lago. Y se ha visto año tras año como estos grandes terratenientes concentran la tierra. El problema no son las comunidades mapuches, que legítimamente reclaman poder vivir en su territorio. Es brutal lo que han hecho el Gobierno y la justicia.
Decías que el gobierno compró la línea de Patricia Bullrich, pero estamos viendo una constante escalada de la violencia política en la esfera pública en general. ¿Ves una derechización de la sociedad Argentina?
-Hay quienes a nivel internacional definen la situación como una polarización asimétrica, que por derecha se crece más que por izquierda, pero que hay expresiones de los dos lados. El conflicto de neumático es un ejemplo. La lucha de las organizaciones sociales, de los docentes en todo el país son otros. En la elección del año pasado también se vio como la izquierda fue la tercera fuerza, con elecciones impresionantes como la de Jujuy con el 25% de los votos, donde de donde encabezó nuestro compañero Alejandro Vilca, o en la CABA con Miriam Bregman, donde después de 25 años tenemos una diputada de la izquierda trotskista.
También tenés a un Milei que tiene 20 puntos de intención de voto, y un JxC que en 2015 ganó diciendo pobreza cero y hoy se pelean por ver quién es más halcón.
-Por eso, yo creo que hay un sector de la sociedad que se ha derechizado categóricamente, pero tampoco hay que darle por ganada a la derecha peleas que no dio, como dice nuestro compañero Fernando Rosso. Milei, por ejemplo, que se sube a un rechazo a la casta política que es comprensible, porque todos los que los que gobernaron nos trajeron hasta acá.
“Creo que hay un sector de la sociedad que se ha derechizado categóricamente, pero tampoco hay que darle por ganada a la derecha peleas que no dio”.
Pero también fue muy cuestionado cuando hablo de la venta de órganos u otros temas como ese. Entonces yo no creo que todos los sectores estén comprando ese discurso. Sí hay un sector que se derechizó, porque justamente, lo que hizo el FDT, como otros gobiernos denominados de centro izquierda o pos neoliberales, nacional y populares, etc, fue aplicar las políticas de ajuste de las derechas liberales. Entonces hay un corrimiento general hacia la derecha, le pavimentan la vuelta a gobiernos neoliberales. Lo van haciendo con la decepción que generan por el ajuste que aplican después de haber llegado al Gobierno con otros discursos.
Y a nivel regional, ¿qué pensás de la elección en Brasil y la consolidación del bolsonarismo?
- Me parece que es una expresión de la degradación de la democracia capitalista, en el sentido de que es una democracia de los ricos. Y eso lo están capitalizando sectores que culpan a gobiernos de centro izquierda, con valores progresistas etc., con llegada no solamente a sectores tradicionalmente de derecha, sino también a los sectores más pobres. Ahora, ¿cómo se enfrenta eso? ¿Cómo plantea Lula? ¿aliándose con un Macri brasileño? Yo creo que no. Hay que plantear una agenda de fondo y el objetivo de nuestra izquierda, que somos comunistas, no es gestionar el capitalismo sino llegar a un gobierno de los trabajadores.
Ciro Gómez sacó un porcentaje de votos con el que Lula hubiera estado cerca de ganar en primera vuelta, pero para el balotaje llamó a votar contra el fascismo de Bolsonaro. ¿Fue un error político del FIT llamar al voto en blanco en 2015?
- Nosotros fuimos claros en no apoyar variantes capitalistas. Después se hicieron distintas fake news, o gente que decía que nosotros decíamos que eran lo mismo, cosa que no es planteo nuestro. El problema principal está en cuáles son las políticas que se tienen para enfrentar a la derecha.
“Este Gobierno tuvo la política de ajustar el pueblo, contrario a lo que dijo”.
Este Gobierno tuvo la política de ajustar el pueblo, contrario a lo que dijo. Más bien la pregunta habría que hacérsela Massa que llamó a votar a Macri, habría que hacérsela de los que son parte del Gobierno, a Alberto Fernández que llamó a votar en blanco, más que a la izquierda anti capitalista y socialista que obviamente no apoya variantes capitalistas.
Dentro del peronismo o el campo nacional y popular muchas veces se plantea que la izquierda argentina es funcional a la derecha, ¿qué le respondes a eso?
- Ese planteo ahora no tiene cabida, el planteo más bien es cuántos tienen ellos adentro que son de derecha y lo que han hecho como gobierno, cuantas políticas han aplicado que si fueran del macrismo estarían movilizando a miles de personas planteando que son medidas de ajuste. La izquierda enfrentó al macrismo en las calles cuando muchos sectores como el de Moyano o la CGT se borraron. Y otros que están hoy en el frente todos le votaban todas las leyes a Macri, incluida la reforma provisional.
“La izquierda enfrentó al macrismo en las calles cuando muchos sectores como el de Moyano o la CGT se borraron”.
También al Gobierno del FDT cuando atacó al pueblo trabajador. Yo creo que hoy hay mucha simpatía de sectores que se sienten descontentos y decepcionados con el FDT hacia la izquierda porque son atacados por el gobierno que ellos votaron.
La izquierda en los últimos años tuvo procesos de avances y retrocesos en su representación electoral. Claramente se consolidó como una fuerza nacional, pero no logra constituirse como una opción real de poder. ¿Por qué?
-Creo que hay varias razones. Hay una tarea histórica que es superar al peronismo. La clase trabajadora fue siempre formada por la ideología del peronismo, que es la conciliación entre las clases. Y que si al empresario le va bien, al trabajador le va a ir bien. Y hoy vemos que los gobiernos que intentan humanizar el capitalismo son completamente impotentes. Lo vemos en América Latina con Boric y Petro.
“Hay una tarea histórica que es superar al peronismo. La clase trabajadora fue siempre formada por la ideología del peronismo, que es la conciliación entre las clases”.
La tarea de la izquierda es forjar una nueva tradición de la clase trabajadora, de la juventud y de todos los movimientos de lucha como a las mujeres, socio mentales, una nueva tradición que pueda llevar alguna estrategia de lucha por el gobierno y los trabajadores y el socialismo. Estamos en esa construcción. La consolidación del Frente de Izquierda como una opción política en el escenario político nacional es un gran avance para eso, más allá de mejores o peores elecciones.
El año pasado hicieron muy buenas elecciones en zonas muy importantes en el conurbano. ¿A qué apuntan el año que viene?
Apuntamos a que este impulso que se ha dado con la lucha del neumático pueda llegar al máximo en todas las luchas de los trabajadores y trabajadoras. Contagiar este triunfo y esta pelea para organizar en distintos gremios, barrios, etc. Y en el proceso electoral, nosotros hemos hecho la propuesta de Miriam Bregman y Alejandro Vilca no como fórmula sino como dos candidaturas presidenciales posibles.
“Nuestra apuesta es poder ser una alternativa importante en este escenario donde ya hay una experiencia con el FdT”.
Nuestra apuesta es poder ser una alternativa importante en este escenario donde ya hay una experiencia con el FDT. Yo creo que lo que se vio en el 2021 se puede volver a dar, captar sectores descontentos, decepcionados. Tenemos el desafío de que esos votos no vayan a la derecha. Pero antes de el proceso electoral, tenemos todo el proceso que te mencionaba recién de asambleas abiertas, distintas instancias para convocar a muchos de estos sectores tras este desafío de forjar una nueva tradición socialista de la clase trabajadora en Argentina.