Casi 400 trabajadores fueron sorprendidos a la mitad de sus vacaciones por la más dolorosa de las noticias: un telegrama les avisó que fueron despedidos de manera inmediata ya que la fábrica donde operaban cerrará de forma definitiva debido a la fuerte crisis fruto del ajuste libertario. Se trata de una emblemática industria de zapatillas que daba empleo a cientos de bonaerenses en el interior de la Provincia y producía calzado de las marcas deportivas más importantes del mundo. Así están las cosas: descalzos, pero “libres”.

En la localidad de Coronel Suárez la fábrica Dass, de capitales extranjeros y con despliegue internacional, será pronto clausurada. Se espera que la planta cierre sus puertas y, aunque otras áreas como la de logística continúen operando, la fabricación de zapatillas -la actividad central del establecimiento- sea suspendida. Como resultado de la inminente medida, un total de 360 trabajadores quedarán en las calles, en una situación tan lamentable como desesperante en medio del fuerte ajuste dispuesto por el Gobierno de Javier Milei.

La noticia interrumpió las vacaciones de los obreros justo en el cambio de año. Uno a uno fueron llegando en los últimos días casi 400 telegramas informándoles de la situación: “Nos dirigimos a usted a fin de notificarle que, como consecuencia del cierre del establecimiento, prescindimos de sus servicios a partir del 20 de enero de 2025”. Los trabajadores, oriundos en su mayoría de Coronel Suárez y localidades lindantes, deberán hacer frente a la clausura de la fábrica e improvisar un nuevo medio para sobrevivir antes de ser empujados a la creciente masa desocupada.

Cabe destacar que la industria contaba con capitales brasileños y argentinos y elaboraba zapatillas para marcas líder del rubro como Adidas, Nike, Fila y Umbro. Sin embargo, la crisis en el mercado nacional, profundizada especialmente en el área textil, empujó a las autoridades a tener que adoptar la fatídica definición. Según revelaron dirigentes sindicales en el transcurso de este viernes, la medida fue catapultada por la depresión en el consumo y la flexibilización de las importaciones, las dos favorecidas por las políticas económicas adoptadas por la gestión de Milei.