Dirigentes sociales declaran la guerra a intendentes por el manejo de planes
Referentes de las organizaciones populares ya salieron a cruzar a los jefes comunales que buscan quedarse con la administración de la asistencia social.
Tras el revuelo ocasionado por la postura de Cristina Fernández de Kirchner frente al manejo de planes sociales, los intendentes ya empezaron a anotarse en la lista de actores políticos que podrían quedarse con la administración de la asistencia social. Figuras referenciales de las intendencias K como Pablo Zurro o el propio Martín Insaurralde ya salieron a respaldar a CFK en la batalla declarada contra organizaciones sociales, en especial contra el Movimiento Evita.
Ante este escenario, varias figuras centrales dentro del mundo de las organizaciones populares ya salieron a declarar la guerra contra los jefes comunales y marcan terreno en el panorama donde parece dividirse las aguas con el kirchnerismo duro. Al titular de Economía Social y referente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico –quizás el principal apuntado por el kirchnerismo-, se suman Luis D’Elía y Juan Grabois, quienes salieron con fuertes críticas a los intendentes.
“Excelente el acuerdo de Cristina Fernández de Kirchner con Macri para entregarle por ley el manejo de los planes sociales a las intendencias un lugar de irreprochable administración. Templo de la transparencia y las buenas costumbres”, fue el duro mensaje de D’Elía a través de las redes sociales, donde puso el dedo en la llaga por la coincidencia entre intendentes kirchneristas y macristas por querer tomar control de los planes sociales.
“¿Qué nos proponemos?¿Cargar la culpa de la falta de empleo a las organizaciones y movimientos sociales?”, sostuvo anoche a través de un comunicado la organización Barrios de Pie, uno de los sectores alineados con Alberto Fernández dentro del campo popular.
Cabe recordar que, tal como el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, presentó ayer ante la propia CFK un proyecto para reconvertir la asistencia social en “trabajo genuino”, también lo hizo el intendente macrista de Lanús, Néstor Grindetti, quien en ocasiones anteriores había expresado su idea de que los planes queden en manos municipales.
Mientras tanto, el dirigente del MTD, Juan Grabois, apuntó contra el ex intendente de Lomas de Zamora y actual jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde. “Querido Insaurralde: la tradición intendentil argentina es ejemplo mundial de transparencia, trabajo honrado y lucha contra el clientelismo. Nunca una coima, nunca un puntero, nunca una zona liberada ni un narco”, disparó Grabois vía Twitter, donde adjuntó un durísimo video de una represión en Villa Fiorito, territorio de Lomas.
“Ahora... ¿no estaría bueno que empieces por controlar el gabinete del que sos jefe? ¿O el verdadero jefe es el Generalisimo Berni? ¿Cómo es que en tu Municipio la jauría le pega a los alumnos y docentes que reclaman... seguridad?”, dijo Grabois y agregó: “Si podés controlar tu propia tropa...no sé. Fijate. Convirtamos los palos en trabajo, educación y paz social”.
La bronca de los dirigentes sociales no es fortuita. El principal discurso que se instaló desde la esfera de los intendentes es el de la presunta “falta de transparencia” entre las organizaciones sociales que administran el reparto de planes sociales, eje que ubicaría a los jefes comunales como restauradores del rol del Estado en los barrios, sin mediadores ni “punteros”.
En ese sentido, la pugna parece inclinarse hacia en delicado escenario de polarización de “organizaciones sociales vs intendentes” en la disputa por la legitimidad de la asistencia social ante los sectores más vulnerables de la sociedad, donde los mentados “planes” aparecen como un botín de guerra que hasta el antagónico Javier Milei ya procura resguardar en el futuro.