Hace tres semanas el Presidente le dijo a sus principales ministros: “vayan y hablen, cuenten lo que estamos haciendo”. Entre la agenda de la Casa Rosada y la recepción de iniciativa gubernamental se juega el acierto político de cualquier gobierno. En este contrato implícito entre la ciudadanía y el Estado está la gobernabilidad, pero también la necesidad de llevar la delantera, que nadie te corra, más en tiempos pandémicos. El reciente impulso de una reforma judicial, el acuerdo con los acreedores externos y una serie de políticas económicas de esta semana dan cuenta de un cambio, todavía incipiente: la iniciativa política vuelve a manos del gobierno nacional y la neblina se aleja un poco. Se ve la luz al final del túnel, por fin.

Pandemia, medios hegemónicos, trolls, poder real, oposición irresponsable, se puede señalar a cada uno de los que está en el juego democrático, pero: ¿Podrá Alberto Fernández orientar las principales preocupaciones de la sociedad al puerto del diálogo y el consenso?

Ninguna encuesta le da al Presidente menos del 60% de imagen positiva, pero las preocupaciones de la sociedad siguen siendo las mismas: economía e inseguridad. El estancamiento, la inflación y el desempleo representan a la economía como el principal problema personal, y supera el 40%. La inseguridad ronda entre el 8 y el 14% en la mayoría de las encuestas. Según el último relevamiento de la consultora Analogías, el desempleo encabeza la principal preocupación con 21%, aunque el miedo al contagio y el temor al colapso sanitario le siguen a muy poca distancia. Dicho estudio resalta que el 76% dice que la cuarentena y las medidas de prevención sirvieron para salvar vidas.

Tanto Analogías como Trespuntoze y el Grupo de Opinión Pública (GEOP), coinciden en la disminución de la imagen positiva del Presidente de marzo a esta parte, pero remarcan que el pico de marzo y abril fue excepcional. Según el último estudio de opinión de la consultora Trespuntozero, Alberto Fernández lidera junto a Horacio Rodríguez Larreta el ranking de los políticos más predispuestos al diálogo. Fernández alcanza un 55.4% y Larreta llega a 54.4%. Al respecto, Shila Vilker, directora de Trespuntozero, sostuvo: “Fernández y Larreta son los mejores articuladores en la diferencia y cuentan con un gran capital político. Que encabecen el ranking te habla de un clima de época”. En este sentido, arriesgó: “Creo que Larreta va a ser el que mejor capitalice la memoria de la pandemia, este contexto le ha sido sumamente beneficioso”.

Por su parte, Raúl Timerman, director de GEOP, resaltó el tipo de liderazgo del Presidente y las diferentes agendas que conviven en la columna vertebral del gobierno nacional. Así, sostuvo: “Alberto Fernández está preocupado por la cuestión sanitaria y el endeudamiento externo, y creo que lo ha hecho muy bien. Al mismo tiempo, pienso que la famosa expropiación de Vicentín, la reforma de la justicia y ampliación de la Corte Suprema es una agenda de Cristina Fernández”.

La preocupación de la ciudadanía

La economía y la inseguridad son una constante en todos los estudios y reaparecen frente a cada consulta con los entrevistados. Según la Directora de Comunicación de Analogías, Marina Acosta, aparecen tres preocupaciones principales en la ciudadanía. “Desempleo con 21%, el temor al contagio con 20% y el temor a un colapso del sistema sanitario con 19%, pero si vos cruzas economía con salud, lo que se impone son los ítems relacionados con la salud”. Pese a esos números, “la percepción de la ciudadanía es que en los próximos dos años la situación económica va a ser peor. El 53% cree eso. Hay un bloque entre 65 y 68% que creen que es necesaria la presencia de un Estado fuerte para poder recuperar la economía y el consumo. La importancia del Estado apareció desde el inicio de la pandemia”.

Por su parte, Vilker sostuvo que la inseguridad y la economía son preocupaciones de primer orden, aunque el apoyo al Presidente sigue siendo muy importante. Así, sostiene: “La inseguridad es un problema primordial, uno de los problemas más importantes que hay en el país y que aparece en los estudios cualitativos. Se pudo haber aquietado un poco en el inicio de la pandemia, pero vuelve a estallar ahora con fuerza”. Y agregó: “El miedo ciudadano es una realidad, hay una percepción de una ocurrencia mayor al delito. Lo peor que podría hacer el gobierno es negar la escena”.

Raúl Timerman, director del Grupo de Opinión Pública afirmó: “Además de la reactivación económica, la sociedad tiene la necesidad de que haya justicia respecto a la delincuencia común. Ese es un tema que persiste”, y agregó: “La demanda de la sociedad es más seguridad y que los delincuentes no estén libres. Ahora hay justicia con mano propia. Es terrible porque eso puede terminar en guerra civil”.

Imagen de Alberto y gestión de la pandemia

La consultora Analogías analizó que desde diciembre hasta marzo el Presidente mantuvo una imagen positiva de 70%. En marzo hay un pico de 94%. Ese mismo número se mantuvo en abril con cerca del 91%, en mayo pasa a 89%, en junio a 79% y en julio en 78%. Así también, la aprobación del gobierno nacional es del 56%. El último estudio de Trespuntozero midió la aprobación de la gestión del gobierno nacional y el pico lo encuentra a inicios de abril con 78.1%, aunque hoy lo encuentra en los 60%. Por su parte, la directora de comunicación de Analogías considera que el llamado a la concertación política y el apoyo de la oposición le permitió mantener un gran apoyo de la sociedad. Así, agregó: “El presidente se mantiene estable en abril y en mayo porque muchos votantes de Juntos por el Cambio, los moderados, lo acompañaron”. Además, “creemos que todo el marco de opiniones está mediado por esta situación inédita que produjo la pandemia. Lo que la ciudadanía más valora es el cuidado de la salud. Ahí hay un reconocimiento social a la política sanitaria. Eso le permitió al presidente llevar a cabo una gestión científica en materia sanitaria y desplegar también herramientas defensivas en materia de política económica que se combinaron con políticas de contención social”.

La directora de Trespuntozero Shila Vilker resaltó tanto la figura de Alberto como la de Rodríguez Larreta, como quienes intentan pararse frente a la “grieta”. En este sentido, remarcó: “En muchos grupos focales aparece fuertemente el diálogo que es una demanda social muy importante, aunque en algunos aspectos muy declamativa. El grueso de la ciudadanía no quiere quedar sujeto a la grieta, pero terminan siendo funcionales a partir de posicionamientos excluyentes”. En este marco, Vilker resaltó: “La imagen de Alberto hay que mirarla teniendo el escenario prepandémico y el actual, no teniendo en cuenta el pico de abril”.

Diagonales consultó por el respaldo a la cuarentena. Según Marina Acosta de Analogías, “hay un apoyo muy amplio hacia la cuarentena, entre el 70 y el 80%. El 51% cree que no se va a contagiar, aunque creció el porcentaje de los que creen que sí se van a contagiar. En junio era de 29% y en julio aumentó a 39%. Desde la mirada de Shila Vilker de Trespuntozero, con la flexibilización de la cuarentena la gestión del gobierno nacional ascendió a 59.1%. 

Vicentín

Los entrevistados consideran que hubo una falla de comunicación considerable, y la sociedad no necesariamente se posicionó contra la expropiación. Al respecto, Acosta resaltó: “Al gobierno le faltó encuadrar el tema para que pudiera ser comprendido por gran parte de la ciudadanía”. En este sentido, sostuvo: “Nuestras mediciones reflejan que hay un 20% de la muestra que decía no saber sobre la propuesta del gobierno, un leve apoyo a lo que era el concepto de rescate y una paridad muy marcada sobre la expropiación. Además, un 61% decía que el quiebre era responsabilidad de los dueños”.

Raúl Timerman consideró que el Presidente no planifica la comunicación y generalmente opta por la improvisación. “Es su estilo, así piensa la comunicación”. En este sentido, reforzó: “La expropiación no es la confiscación, y eso en un anuncio como el de Vicentín fue algo que no quedó claro. Quedó la imagen de que el Estado se apropiaba con algo que era de otros, que iba a volver el comunismo. Me parece que eso estuvo mal”.

Por su parte, Shila Vilker, afirmó: “El grueso de la sociedad no terminó de entender las razones de por qué el Estado debería intervenir, y acá sí hubo un problema de comunicación importante. El Estado no logró justificar adecuadamente el por qué intervenir la empresa, y me parece que eso tuvo que ver con cómo el Presidente intervino en aquella conferencia de prensa”. Luego sumó: “La conferencia tuvo idas y vueltas, no se terminó de entender si proponía una expropiación, una recuperación, si elevaba un proyecto a diputados, si era una decisión del ejecutivo”.

Endeudamiento y Reforma judicial

Si bien aún no hay análisis que reflejen la opinión pública del endeudamiento y la reforma judicial de forma integral, a partir de los anuncios de los últimos días, sí hay aproximaciones y mediciones que dan cuenta de la recepción de esta agenda. Marina Acosta de Analogías sostuvo: “En la ciudadanía hay niveles altos de la necesidad de cerrar un acuerdo con los acreedores para la recuperación económica que se mantiene desde diciembre. En la última medición que hicimos, un 77% coincide en la necesidad de llegar a un acuerdo de reestructuración de la deuda externa porque considera que impacta en su propia economía”. Respecto a la justicia, Acosta concluyó:“un 77% dice que es necesaria una reforma del poder judicial, que coincide con la mirada sobre los poderes del Estado. El poder judicial es el más cuestionado”

Shila Vilker afirmó que el endeudamiento impacta en la percepción de la ciudadanía porque le permite al gobierno retomar la agenda. Así, sostuvo: “Estábamos en una pausa, porque hasta que no se cerrara el acuerdo con los acreedores, nada podía arrancar. Argentina vivía en una doble pausa, una primera a partir de la pandemia – como suspensión del tiempo, en el modo natural de la vida, pero la deuda imponía otra pausa. No se podía arrancar nada hasta que no se llegue a ese acuerdo”.

Raúl Timerman concluyó la entrevista con la siguiente lectura: "Entre la pandemia  y la deuda, el gobieno nacional no tuvo mucha iniciativa, pero de aquí en más va a haber un crecimiento. Está recuperando cada vez más la iniciativa". A la hora de opinar sobre la reforma judicial, el consultor tomó distancia: "La sociedad pide más seguridad y que los delincuentes no estén libres, esa es la reforma judicial que le preocupa a la gente. Más allá de eso, creo que es necesario terminar con esa coalición de servicios de inteligencia, jueces federales penales y operadores de un sector de la política".