El asado, a mil pesos: las carnes protagonizan otro aumento en alimentos
Un kilo de asado, que costaba en diciembre $870, ya se vende a mil pesos en las carnicerías del conurbano. El aumento de la canasta básica de alimentos en abril, medida en comercios de cercanía, fue del 8,8% según el relevamiento mensual del ISEPCi. Ya supera el 30% en lo que va del año
La suba de precios de los productos de primera necesidad en los barrios de la Provincia no tiene techo. Durante abril, la canasta básica de alimentos subió otro 8,8 por ciento, y consolidó un incremento en lo que va del año del 31,3 por ciento, de acuerdo al relevamiento que realiza todos los meses el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) sobre los comercios de cercanía del conurbano.
Según el relevamiento de ISEPCi, durante abril una familia del conurbano de dos personas adultas y dos hijos necesitó $41.833,74 para adquirir sus alimentos básicos para todo el mes, unos $3.384 más que en marzo. El consolidado da un 31,3 por ciento de aumento respecto a diciembre de 2021, cuando la canasta básica insumía unos $31.000, y de un alarmante 63,5% de incremento respecto del mismo mes del año pasado, cuando el changuito se llenaba con $25.000. “Una suba récord”, describe el informe.
El principal responsable de la suba fue el rubro carnes. “En abril, los cortes populares que componen el rubro carnes de la Canasta Básica volvieron a encabezar los aumentos: 14,88% en treinta días, mientras que los productos de almacén subieron 8,19% mientras que las frutas y verduras tuvieron una leve baja de -2,31%”, explicita el estudio.
El kilo de asado, por ejemplo, pasó de 870 pesos en diciembre de 2021 a $1.000 en abril de 2022, un aumento del 14%. El pollo fue el que más subió: 30 por ciento en cuatro meses.
El relevamiento se realiza específicamente sobre el precio en góndola de 57 productos únicamente en almacenes, mercados y otros comercios de cercanía de los barrios del conurbano, donde consumen sobre todo los sectores populares. Ese índice ya había dado un aumento trimestral a marzo del 20 por ciento, cuatro puntos por encima de lo que había relevado el INDEC para el mismo rubro en general (16 puntos de aumentos), lo que demuestra hasta dónde las pequeñas bocas de dispendio quedan por fuera del control estatal de los precios.
“En los últimos meses no cesa el deterioro permanente del poder adquisitivo de los sectores de menores ingresos y la suba de los alimentos en los barrios es cada vez más feroz”, dijo Isaak Rudnik, director del estudio. “Entre enero y diciembre del 2021, los salarios de la economía informal recibieron aumentos del 40%, contra una inflación medida por el INDEC del 52%. En lugar de revertirse, este año, con la suba de alimentos, esos guarismos se profundizan”.