Es ministro de Economía, pero se cree rockstar o, a lo sumo, un dirigente común y corriente, alejado del Gobierno de Javier Milei y de todo lo que hace a las decisiones diarias en una de las sillas políticas más importantes del país. Es Luis “Toto” Caputo, quien sacó a relucir su lado más cínico en las últimas horas y lanzó una insólita explicación sobre los libertarios que lo siguen, especialmente “la gente más humilde” que aún cree en sus promesas: “Vos los ves y decís ‘Wow, no sé si llegan a fin de mes’”.

La frase no está sacada de contexto, no fue pronunciada en tono irónico ni se trata de ningún sketch con poca gracia a cargo de algún iluminado funcionario nacional. Lejos de aquello, fue pronunciada por el mismísimo titular del Palacio de Hacienda durante un reportaje brindado al periodista e influencer libertario Mariano Pérez en la señal oficialista Break Point. Fue en ese contexto que, con toda seriedad, el exdirigente del PRO miró a los ojos al entrevistador y propinó una de las afirmaciones más desconectadas de la realidad del año.

La frase de "Toto" Caputo, que lamentablemente no es ministro de Economía y no puede hacer nada al respecto.

Todo comenzó con la pregunta sobre las supuestas “ovaciones” que recibe el ministro “en cada acto al que va”, aunque no hay demasiadas pruebas de aquello. El funcionario se rió y contestó: “Sí, es raro. No hay nada más lindo que recibir el cariño de la gente, y más cuando es de la gente más humilde, con esa sinceridad…”. Entonces, sin perder ni un instante, Caputo celebró: “Vos estás ahí, los ves, y hay gente que decís ‘Wow, no sé si llega a fin de mes’, y te dicen ‘Vamos para adelante, no aflojen’”.

“Es un bálsamo eso, es un bálsamo, porque te das cuenta de que la gente finalmente entendió que fue engañada durante 20 años”, sumó el titular de la cartera de Economía entre sonrisas. De más está decir que tanto él como el resto del Gabinete, por no mencionar también a los acaudalados diputados y senadores de la Nación, sí “llegan a fin de mes” sin problemas. Las complicaciones aparecen para “la gente más humilde”, que sufre en carne propia el ajuste que era para la casta. Por suerte el ministro de Economía está al tanto de la situación.