Javier Milei llegó a la política luego de varios años de cientos y cientos de horas de aparición en la televisión argentina. Los arranques de furia del candidato presidencial de La Libertad Avanza se convirtieron en su marca registrada, y convocaban a importantes porciones de la audiencia, elevando los niveles de rating de los programas que lo tenían como panelista o invitado. Pero, lejos de ser una performance mediática que Milei utilizaba como una manera de generar impacto en los medios, historias y anécdotas que emergen de su vida no hacen más que ratificar la personalidad violenta e inestable de uno de los dos aspirantes a la presidencia del país.

En un podcast producido por la Revista Anfibia y el diario El País de España, en el que se aborda el fenómeno Milei desde diferentes puntos de entrada, algunas de esas historias vieron la luz recientemente por primera vez y complementan la imagen que el Milei mediático supo cultivar y el hoy político y candidato pretende esconder debajo de la alfombra.

En el segundo episodio del podcast se cuenta la historia de “Carmen”, un nombre ficticio de una mujer que era vecina de Milei en un edificio del barrio porteño de Abasto. Carmen tuvo que soportar un día uno de los arranques violentos de Milei, sin esperarlo no haber hecho nada para provocarlo, y en la incómoda situación de encontrarse ambos dentro de un ascensor.

“Estábamos esperando el ascensor y él estaba detrás de mí. Entonces le pregunto, ¿qué sos? ¿profesor?” inició Carmen su relato del episodio. “Me dice: sí, estoy dando clases en la Facultad de Ciencias Económicas y estoy dando economía, doy Smith” prosiguió la ex vecina del candidato libertario que, acto seguido, ingresó al ascensor con Milei y cometió el error más inesperado e inimaginable.

A falta de 10 pisos para llegar al punto en el que Milei se bajara del ascensor, su vecina le consultó si junto con Adam Smith el profesor enseñaba conceptos de Keynes en sus clases. La respuesta la dejó atónita y cambió completamente el clima del trayecto, marcándolo hasta hoy en su memoria.

“Me dice: ah sos comunista, sos una comunista de mierda” continúa el relato de Carmen en el podcast de Anfibia y el País. “Yo no tenía donde meterme, me gritó comunista y yo decía ojalá que lleguemos rápido, pero no llegábamos nunca al 10, y el tipo se la pasó gritando” relató su calvario la ex vecina del candidato presidencial.

En sintonía con otras oportunidades en las que Milei insultó a más de uno en vivo y en directo, sobregirado en sus posiciones ideológicas y absolutamente intolerante para con posturas distintas a la suya, dentro de ese pequeño ascensor se despachó en acusaciones ridículas y profundamente violentas para con su vecina, que sólo quería salir de aquella situación incómoda: “vos sos la que está arruinando al país, sos una hija de puta, una comunista de mierda, cualquier cosa me decía” relató a los productores del podcast la ex vecina del libertario, que prefirió no aportar su verdadero nombre temerosa de las repercusiones que podría tener el dar a conocer su experiencia con el líder de La Libertad Avanza.

La inestabilidad emocional de Milei, su incapacidad para dialogar con quienes piensan diferente a él, la facilidad con la que se pone violento frente a quienes a quienes no lo consienten en todo quedó expuesta en múltiples ocasiones desde que se erigió en una opción real de poder. Y, a pocos días del balotaje que definirá quién se hará cargo de conducir los destinos del país, historias como esta, que proliferan cuando se indaga en la historia personal del libertario, siembran profundas dudas sobre su prestancia para llevar adelante una tarea tan exigente y cargada de tensiones, que requiere templanza y flexibilidad para construir acuerdos, como es ejercer la presidencia de la nación.