En plena etapa de definiciones, el discurso que CFK brindó esta tarde desde Santa Cruz se llevó la atención de todo el sistema político. Entre las múltiples referencias al sector de Alberto Fernández, todas ellas críticas con un alto contenido de picante, la vicepresidenta hizo otro movimiento en línea con una estrategia que el kirchnerismo viene desplegando en alianza con el massismo y que será la clave de Unión por la Patria en su camino a las PASO.

CFK sentó a su derecha al ministro de Obras Públicas, el intendente de san Martín en uso de licencia Gabriel Katopodis, a quien profirió un particular elogio cargado de significado político. Lo hizo durante un segmento de su discurso en el que recordó el armado de Unidad Ciudadana, la herramienta con la cual en 2017 compitió por afuera del peronismo en la provincia de Buenos Aires y con la que sacó el 41% de los votos, quedando apenas por debajo de JxC y sacándole más de 35 puntos al PJ. Alberto Fernández era el jefe de campaña de ese peronismo, que llevó como candidato a Florencio Randazzo y donde también estaba encuadrado Katopodis.

 “Cuando formamos Unidad Ciudadana” comenzó CFK mientras hablaba de recuperar el valor de la representación política, y automáticamente lanzó una chicana al tiempo que extendía su mano para “mimar” al ministro: "vos estabas en otro lado Kato, pero debo decirlo, que lo quiero mucho y además este hombre es uno de los funcionarios que sí funcionan, debo decirlo, debo decirlo” enfatizó CFK. 

En vivo desde Santa Cruz, inauguración de la ampliación del Hospital Regional de Río Gallegos.

La vice continuó “porque sería injusto igualar, hay muchos funcionarios que sí funcionan, el problema es que no tuvimos a los que funcionaban en los que estaban funcionando la economía y la tarazca, este es el problema que tuvimos”.

CFK soltó esa particular movida segundos después de referirse a la discusión por las PASO y tirar otro fuerte dardo para el Presidente: “Jamás se me hubiera ocurrido durante una campaña ir a una provincia o llamar a una dirigenta para que sea candidata a senadora contra la candidata que tal gobernador puso en su provincia, no se me pasa por la cabeza eso” soltó en referencia al llamado que se conoció de Fernández a una dirigente riojana para que acompañe la boleta de Scioli contra la del oficialismo de Quintela en la provincia del Norte Grande.

Apenas después de una fuerte crítica al Presidente y sus movimientos en el camino a las PASO, CFK elogió a uno de sus principales alfiles en el conurbano y la jugada no fue inocente ni aleatoria. Hace tiempo que Katopodis viene arrimando posiciones con el kirchnerismo y es uno de los dirigentes que funcionó como vínculo entre el Presidente y la tropa K en el último tiempo, particularmente en la PBA. 

Con la discusión a todo trapo sobre las candidaturas en los distritos y la posibilidad de que los intendentes no puedan ir colgados de las dos listas presidenciales, sino que deban optar por una sola, el movimiento de CFK puede leerse como un gesto para traer de su lado al dirigente de mayor peso de un distrito bonaerense tan importante como San Martín. En la misma jugada, el kirchnerismo se ganaría un aliado de peso en el conurbano y le quitaría un jugador importante y de años al albertismo.

Un problema que puede traer esa situación es lo que pueda ocurrir en el distrito, donde el armado de Katopodis enfrenta una fuerte interna por parte del Movimiento Evita, que pretende llevar como candidato a intendente al diputado nacional Leonardo Grosso, de excelente relación con Máximo Kirchner. Pero eso será una discusión a futuro en todo caso para un kirchnerismo embarcado en la estrategia de aislar políticamente al Presidente y quienes aún lo siguen, estrategia en la que hoy CFK jugó una carta fuerte.