El masivo apoyo de los trabajadores organizados a Massa desde adentro
Desde temprano, el centro porteño quedó tomado por el movimiento obrero y los movimientos populares, que movilizaron fuerte en respaldo a las medidas del ministro y la campaña del candidato. Crónica del relanzamiento de Massa ante los trabajadores.
Sergio Massa recibió un nuevo espaldarazo este viernes en las puertas del Congreso, horas después de que el Senado de la Nación aprobara la modificación en Ganancias que el ministro candidato de Unión por la Patria envió al Parlamento como proyecto de ley. Luego de que los gobernadores peronistas lo ungieran en Tucumán, y que la estructura bonaerense del peronismo lo respaldara en Ensenada, hoy fueron los trabajadores organizados los que abrazaron a Massa en una muestra de apoyo contundente que vale oro a esta altura de la campaña. Al terminar sus palabras ante una plaza llena, Massa se estrechó en brazos con la dirigencia de la CGT, las CTA y los movimientos sociales que lo acompañaban en el escenario, y que literalmente lo rodearon en ese abrazo masivo que se volvió una bola humana con el candidato como núcleo en el medio.
La jornada comenzó temprano. Los movimientos sociales concentraron en la avenida 9 de Julio, a metros del Ministerio de Desarrollo Social. Desde allí ingresarían por Rivadavia para ocupar la mitad norte de la Plaza de los dos Congresos y la avenida Callao. El Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie aportaron nutridas columnas a la movilización, mostrando el respaldo no sólo a Massa y sus medidas de las últimas semanas, sino también una aceitada articulación con la CGT que viene construyendo un eje político de importancia en el país.
La central de trabajadores entró por el sur. En avenida Entre Ríos y San Juan, a unas 14 cuadras del Congreso, el tránsito ya estaba totalmente cortado y comenzaba una interminable fila de micros, uno pegado al otro, que por momentos ocupaba todo el ancho de la avenida. Trabajadores organizados de distintos puntos del país y el conurbano llegaron hasta el centro porteño en lo que se planteó también como una demostración de fuerza por parte de los dos sectores convocantes.
La CGT y los movimientos sociales, particularmente el Movimiento Evita, vienen trabajando líneas en común hace tiempo alrededor de una perspectiva: articular la representación gremial de la totalidad de la clase trabajadora asalariada, tanto los trabajadores formales como los informales. El amplio espectro de las medidas anunciadas por Massa, que impactaron en trabajadores registrados, monostributistas y de la economía popular, fue una nueva ocasión para unificar fuerzas y volcar también su poder de calle en favor de la campaña del candidato de Unión por la Patria.
A unas cuatro cuadras del Palacio Legislativo entrando por Entre Ríos ya comenzaba la columna sindical. Camioneros cerraba la concentración con una enorme bandera desplegada en el piso por la delegación Lanús-Lomas con Pablo y Hugo Moyano en el centro junto a las Islas Malvinas. La UOCRA era el otro sector que aportó buena parte de la concurrencia por ese acceso a la Plaza de los dos Congresos, que sobre el final volvía a tener a Camioneros como protagonista. Lindando con el escenario y la zona reservada para la dirigencia, sombrillas, bombos y trompetas de la banda de los trabajadores conducidos por los Moyano le ponían clima al día de sol radiante.
Un semicírculo de militancia y banderas cerraba la vista desde el escenario hacia la plaza. Al lado de Camioneros volaba un globo gigante de la UOM y la Juventud Sindical. Vidrieros, Luz y Fuerza, Panaderos eran algunas de las banderas y pasacalles que daban la media vuelta enfrente del escenario. Del otro lado, Alimentación y el Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio completaban el semicírculo junto a una enorme bandera del Movimiento Evita, la única organización social que coló su trapo en la primera línea junto a los de los sindicatos. Colgando de la fachada del Congreso, de un lado un telón gigante de la Asociación del Personal Legislativo, y del otro una de UPCN que portaba una consigna que bien podría expresar lo que el candidato de UP parece intentar construir, y que esta tarde convocó a los trabajadores organizados: “la responsabilidad de ser mayoría”.
Con el sol marcando el pulso de la primavera entrante sobre toda la asistencia, los dirigentes sindicales y sociales subieron en fila al escenario y fueron ubicando de a poco todas las sillas dispuestas. En un claro intento de mostrar el mayor apoyo posible al candidato, alrededor de unos 120 asientos se dispusieron sobre las tablas como para que nadie quedara afuera y la foto fuera contundente. Celestes a ambas puntas y blancas en el medio, las sillas fueron ocupadas del centro a la derecha por los líderes de los movimientos populares, del centro a la izquierda por dirigente sindicales de otras centrales o de menor conocimiento, y en el medio la primera plana de la CGT.
La primera fila tenía casi en una de sus puntas a Juan Manzur, de fuertes lazos con la cúpula de la CGT. De allí hacia el medio se ubicaron Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri Obras Sanitarias), Héctor Daer Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros), Carlos Acuña (SOESGyPE) y Hugo Moyano. Del lado de los movimientos sociales, la primera fila estuvo ocupada por Emilio Pérsico, Daniel “Chuki” Menéndez, Fernando “Chino”, Gildo Onorato, Roberto Baradel, Norma Morales Y Alejandro “Peluca” Gramajo.
En el largo proceso de ubicar a la dirigencia en sus lugares, el moderador del acto comenzó a pedir que se bajaran las banderas, “para que todos y todas puedan disfrutar y se pueda tomar dimensión de lo importante de la movilización de hoy”. El pedido se reiteró un cinco o seis veces sin éxito alguno. Al contrario, trabajadores la UOCRA forcejearon abajo con los de Luz y Fuerza para hacerse un lugar con unos banderines en la primera plana y la cosa casi se va a las manos a minutos de que empiece el acto. Nadie quería sacar del centro de la visual sus estandartes, que serían finalmente una cordillera frente a la visión de Sergio Massa que le taparía el contacto directo con la multitud que se desplegaba por la plaza y a sus costados.
El escenario se estiraba en una pasarela que a su vez dividía otros dos sectores con asientos en los que habrán entrado otras 200 personas. Sobre el piso de la pasarela, al igual que en las pantallas a los costados del escenario, la consigna que enmarcaba la jornada era la línea que Massa viene desplegando en torno a su propuesta de país, y que luego desarrollaría en su discurso: “Desarrollo, Producción y Trabajo”.
Finalmente el ministro y candidato de UP entró a escena desde uno de los costados repartió saludos a puño cerrado para todos lados. Uno por uno, saludo a toda la primera fila y se paró sólo al frente de toda la dirigencia y en el centro del escenario. Las estrofas del himno nacional argentino le pusieron música a esa gestualidad con la que Massa se plantó como si fuera un comandante de la clase trabajadora asalariada.
“Qué lindo que es nuestro himno, qué linda es nuestra Patria” inició sus palabras el candidato de UP, en otra de las líneas de campaña que viene trabajando que es diferenciarse de la oposición en sus planteos de la Argentina como “un país de mierda”. Siguieron los agradecimientos “a todos estos dirigentes del movimiento obrero, organizaciones sociales, organizaciones de la economía popular, pequeña y mediana empresa que vinieron a decir presente”, y Cecilia Moreau y CFK en tanto titulares de las Cámaras “por haber tomado la decisión de avanzar en un paso fundamental” para avanzar en la redistribución del ingreso.
El candidato le habló a todos los sectores desde esa plataforma. Pidió a los trabajadores recordar el número 27.725, que lleva la Ley que finalmente sancionó el Senado y elimina Ganancias del salario. Pidió al Poder Legislativo avanzar en el mismo sentido para eliminar el IVA de la canasta básica, algo para lo que instó a la movilización popular. Pero a esa lista también agregó al empresariado nacional, para el cual anunció una resolución con un nuevo plan de pago para facilitarles la regularización ante la AFIP. “Quiero pedirle a los trabajadores y trabajadoras, que así como peleamos juntos en defensa del salario, que así como peleamos justo por la eliminación del IVA, también peleemos por una reducción de impuestos en nuestras pequeñas y medianas empresas y en nuestros comercios, porque son quienes nos dan trabajo” lanzó en ese sentido.
Desarrollando la consigna de la convocatoria, Massa afirmó que “sin empresas no hay trabajadores, sin trabajadores no hay empresas. Tenemos que entender que la producción y el trabajo son aliados definitivos para la construcción de riqueza de nuestra Patria”. En ese sentido, y con el objetivo de interpelar a sectores de la sociedad que suelen ser muestras reactivos al peronismo, el candidato de UP profundizó su perfil dialoguista y expresó que “tenemos la responsabilidad de construir un tiempo nuevo en la Argentina”, etapa para la cual imagina una “mesa de unidad de los argentinos, empresarios, trabajadores, organizaciones sociales y el Estado”.
“Nuestra patria necesita un gobierno de unidad nacional” siguió Massa en su camino de ampliar la llegada del discurso de UP a nuevos sectores, y afirmó que desde el 10 diciembre convocará a esa unidad “porque primero está la patria, después el movimiento y por último los hombres”.
Sin embargo, Massa se encargó también de reforzar al votante peronista más ligado a las posiciones del kirchnerismo. Luego de plantear que “lo peor ya pasó”, el candidato sentenció que “a partir del 10 de diciembre va a haber en Argentina un gobierno que ponga en su lugar al Fondo Monetario Internacional para que no nos ponga más condiciones que nos lleven a la inflación”, y que el esfuerzo para levantar la situación del país “no lo tienen que hacer los que trabajan sino los que timbean, los que especulan, los que atentan contra la Argentina”.
A todo trapo, Massa cerró afirmando que “viene un tiempo nuevo, viene un tiempo grande para la patria, los quiero arriba del barco a todos los argentinos de bien”, y terminó metiendo mística militante: “a pelear, hasta la victoria, el triunfo está cerca”.
Terminado el discurso, el candidato de UP se quedó unos minutos en la pasarela sacándose fotos con las banderas y las remeras que le acercaban desde abajo. Luego fue hacia la dirigencia de la CGT, y un primer abrazo con Héctor Daer terminó convirtiéndose en una masa humana que rodeó al ministro en una especie de abrazo colectivo que lo tenía centro de gravedad en el medio. Así abrazó y respaldó la dirigencia sindical y de los movimientos sociales a quien encabeza hoy la campaña y las expectativas del peronismo por sobrevivir al complejo contexto electoral al que se enfrentan. Una muestra contundente de apoyo que se suma a las que Massa viene cosechando con el avance de la campaña y la cercanía de las elecciones.
Antes de irse, Sergio Massa hizo otra de las cosas que viene repitiendo acto tras acto y que comenzaron a generar una sensación distinta de cercanía con las bases. El ministro candidato pasó por encima de una de las vallas y quedó a merced de una parte de la militancia que estaba más cerca de su lugar de retirada. Fotos y abrazos cuerpo a cuerpo para profundizar su perfil popular y seguir haciendo crecer las ilusiones del peronismo, que a pesar de saberse cuesta arriba, se siente arriba del ring y dando la pelea.