El peor momento del Gobierno en las encuestas
Una medición de Analogías reveló la menor base de apoyo al oficialismo desde el inicio de la gestión y la peor imagen presidencial en 18 meses. El 80% de los encuestados no cree en la recuperación económica, y 6 de cada 10 no saben que el crédito con el FMI lo tomó Macri.
El Gobierno del Frente de Todos atraviesa un momento muy complejo, quizás el más duro desde que asumió en 2019. Lo reflejan no solamente algunos indicadores como la caída del salario real o la inflación, sino también la calle y la protesta social que copó la agenda en las últimas semanas. Ese malestar de la sociedad también se refleja en las encuestas de opinión pública, que comienzan a relevar niveles de rechazo preocupantes para el Gobierno.
Entre el 26 y el 28 de marzo, la consultora Analogías realizó una medición sobre 2661 casos en las 24 provincias del país, que arrojó los peores niveles de apoyo a la gestión del Frente de Todos desde que llegó al Gobierno y la peor imagen de Alberto Fernández en 18 meses.
Sólo el 34,2% de la muestra se manifestó como oficialista, mientras el restante 65,8% se declaró opositora. Es la brecha negativa más amplia de toda la serie de mediciones desde el inicio del Gobierno. En diciembre de 2019 el 54,5% apoyaba a la nueva gestión y el 45,5% no. El pico máximo de apoyo se registró en mayo del 2020, con una aceptación del 68,7%, y desde julio del 2021 en adelante se dio una dinámica de alzas y caídas en la aceptación al Gobierno que comenzó a desbalancearse desfavorablemente para el oficialismo antes de las PASO. Desde julio a esta parte la base de apoyo al Gobierno cayó ininterrumpidamente del 50% al 34,2% actual, con un único período de leve mejora hacia fin de año que luego volvió a caer.
La imagen positiva del Presidente está un poco por encima de la del conjunto del Gobierno y se ubica en los 39 puntos, pero este nivel es el más bajo desde el piso que tocó durante el pico de la primera ola de la pandemia en 2020. “El quiebre en la caída fue el año pasado en las PASO, su imagen sufrió un descenso importante. En los últimos meses del año pasado y los primeros de este 2022 se mantuvo estable, pero de febrero a marzo cayó casi cinco puntos” explica a Diagonales Marina Acosta, Directora de Analogías.
“La imagen de los dirigentes se define con el cruce de dos dimensiones. Por un lado están los atributos de ese dirigente, y eso se combina con los problemas que la gente reconoce y cómo ese dirigente los puede resolver. De esa combinación sale lo que sería un nivel de imagen. Lo que estamos viendo ahora es que el Presidente tiene más imagen negativa que positiva y que además la imagen positiva es la más baja en los últimos 18 meses” complementa Acosta.
La explicación principal de este mal momento en la imagen tanto presidencial como del Gobierno es económica. El 66% de los encuestados considera que la situación económica estará peor en los próximos dos años y sólo un 27,7% cree que estará mejor. El desagregado de esos valores es aún más preocupante para el oficialismo. Del 66% que considera que la economía no mejorará, un 20% opina que seguirá igual de mal, un 21% dijo que estará peor y el 24% que será mucho peor.
“Lo que estamos viendo es que el deterioro del poder adquisitivo, del salario, con una marcada heterogeneidad dentro de la clase trabajadora es lo que provoca un cuadro de angustia social y eso es lo que impacta de manera muy negativa en todas las valoraciones que se hacen, tanto de la gestión de gobierno como del propio Presidente” afirma la Directora de Analogías.
Esa caída en las expectativas económicas aparece como determinante de todo el cuadro de opiniones. A pesar de que ciertos indicadores como el crecimiento de la economía o la caída del desempleo muestren una realidad positiva para el oficialismo, el estudio de Analogías reveló que el 82,5% de los consultados opinaron que los ingresos se están recuperando “poco y nada” en el país, y el 78,3% cree que las medidas que está tomando el Gobierno para controlar la inflación serán “poco y nada” efectivas.
“Ocho de cada diez contestan que los salarios se están recuperando poco o nada en la Argentina. Eso marca algo que venimos viendo hace varios informes, que la gente está muy preocupada por el deterioro del ingreso real. Lo que vemos es que la recuperación de la actividad de 2021 todavía no llega a sentirse en los bolsillos de la gente” explica Acosta, y agrega: “hay un dato que venimos relevando desde el mes pasado. Preguntamos por si se están deteriorando las condiciones de vida de vida en Argentina y 8 de cada 10 encuestados y encuestadas te dice que sí. Ese dato es llamativo, porque cuando preguntás por las condiciones de vida no solo estás haciendo referencia a la mera cuestión económica, sino también a todo lo que permite la existencia y la valoración es muy negativa”.
En un ranking de problemáticas actuales los encuestados ubicaron a la inflación como la principal, con el 32,8% de las opiniones, seguida de cerca por la corrupción con el 31,4% y más lejos la inseguridad con el 13,7%. Lejos quedó la pandemia del Covid, que sólo alcanzó un 3,2% en la valoración de los consultados, mientras que la salud marcó un 0,6%. “Durante buena parte de la gestión de este Gobierno las preocupaciones pasaban por la crisis sanitaria, el temor al contagio de la enfermedad. Ya a partir de mediados de 2021 vimos que lo que se empezó a imponer fueron las preocupaciones económicas, fundamentalmente centradas en la desocupación y el desempleo. Y desde esa parte hasta ahora la inflación se transformó en la principal preocupación” explica Acosta.
Otro llamativo aspecto del estudio de Analogías es lo que volvió a revelar en relación a la percepción sobre el acuerdo con el FMI. Un 43,6% de la muestra se expresó en forma positiva sobre el acuerdo, el 31,1% lo hizo en forma negativa y el 25,1% dijo no saber. Pero nuevamente se mostró una gran confusión sobre las responsabilidades en relación a la toma de esa deuda. Sólo el 42,1% manifestó saber que fue el Gobierno de Macri quien tomó el crédito con el Fondo, mientras que un 29,4% dijo que fue el Gobierno de Alberto Fernández y un 28,4% respondió no saber.
El dato más interesante en este sentido es que se confirma una especie de efecto burbujas, donde quienes manifiestan apoyo al Gobierno son quienes mejor valoran el acuerdo y más clara tienen la responsabilidad del Gobierno macrista en la toma de la deuda y, a la inversa, quienes se definen opositores lideran las opiniones negativas y afirman que fue el Gobierno actual quien trajo de vuelta al Fondo al país. Hilando todavía más fino, se evidencia que la mayor composición de la opción “No sabe” proviene de los opositores y opositores moderados, lo cual marca una importante confusión en los segmentos alejados del Gobierno.
“Los “oficialistas” afirmaron mayoritariamente que el empréstito original fue acordado por Macri, pero las respuestas se matizan en la medida que avanzamos entre los segmentos “opositores”: se registra un alto nivel de “No sabe”, hasta que en el segmento abiertamente opositor casi el 50% respondió que el reingreso del FMI a la vida nacional se produjo durante la gestión de Alberto Fernández. Si bien es habitual este tipo de estructura en la que las respuestas emanan de las posiciones políticas anteriores, en forma independiente de los datos de la realidad, es necesario observar cómo funciona la transmisión desde los polos hacia los segmentos moderados” se explica en el estudio de la consultora.
Este punto representa un grave problema para el oficialismo, que a pesar de haber insistido en su comunicación en el hecho de señalar al macrismo como responsable por el endeudamiento con el FMI, evidentemente no logró instalarlo en la sociedad. “Con nuestros informes venimos llamando la atención sobre la comunicación gubernamental, porque creemos que es poco eficiente. Explicamos eso cuando en los datos observamos altos porcentajes de respuestas del tipo no sabe. Lo detectamos con el caso Vicentín y ahora de manera muy fuerte ahora con el acuerdo con el FMI” afirma Marina Acosta. “Los problemas de la ineficaz comunicación gubernamental también se combinan con el eficaz discurso opositor, que supo deshistorizar la responsabilidad del gobierno macrista en la toma del empréstito y el acompañamiento de la prensa concentrada a ese discurso opositor. Entonces ahí tenés un cóctel explosivo” remata.
Envuelto en una telaraña de problemas que no parece soltarlo nunca, el Gobierno navega en su peor momento de imagen pública. La interna oficialista, que le impide alinear discursos, evidentemente tampoco colabora con la necesaria construcción de una posición común para comunicarse con la sociedad. “En algunos temas lo que vemos es que el Gobierno todavía no ha podido construir ni una narrativa ni un encuadre que pueda explicar algunos problemas importantes a la ciudadanía. En ese sentido, lo que decimos es que hay un problema de comunicación gubernamental importante” analiza Marina Acosta al respecto.
El Gobierno tiene el enorme desafío de encauzar la economía, recuperar el poder adquisitivo de la población y construir un relato unificado y eficaz que interpele a la ciudadanía y le permita recuperar apoyo. Si no avanza rápidamente en esa dirección, difícilmente podrá revertir estos números y llegar competitivo a un 2023 que está cada vez más cerca.