La desesperación del Gobierno nacional ante la escasez de dólares viene marcando el pulso de la política económica argentina. A poco más de un año de gestión, el oficialismo ya tuvo que ir a pedir auxilio al FMI, acreedor en última instancia, luego de dilapidar los dólares del blanqueo y de un año de superávit comercial con el objetivo de mantener el tipo de cambio paralelo y evitar un rebote inflacionario.

En ese contexto, tanto el presidente de la nación como el ministro de Economía tuvieron que salir en las últimas horas a dar certezas sobre un acuerdo del que aún no se conocen detalles ni tampoco está cerrado. Sólo se sabe que saldría por decreto, ante la imposibilidad para el Gobierno de explicar un nuevo endeudamiento y lograr su aprobación en el Congreso, tal como exige la ley. Sin embargo, y pese a los extraordinarios esfuerzos del oficialismo por calmar a los mercados, este lunes arrancó negro.

Luego de una baja hacia el fin de semana, este lunes el riesgo país, uno de los indicadores que más importan al Gobierno, volvió a superar los 700 puntos marcando una suba del 2%. A su vez, las cotizaciones de bonos y acciones en Wall Street iniciaron a la baja en valores de hasta 2,6%.

Los ADRA y acciones de empresas argentinas que se negocian en dólares en Wall Street presentaron caídas en la apertura de los mercados de hasta un 5,6%.Los bancos Francés, Supervielle, Macro y la Corporación América lideraron las caídas.

A su vez, Merval de la Bolsa de Buenos Aires también abrió a la baja con una caída del 2,8%, acumulando en los últimos dos meses un retroceso de 23% en pesos y 25% en dólares.

Las inconsistencias del programa económico de Milei siguen generando dudas, y el anuncio de un acuerdo inminente con el FMI no logra disiparlas. El BCRA continúa interviniendo en el mercado cambiario para evitar una suba de los dólares financieros y el Gobierno no consigue acumular reservas a pesar de estar realizando “el ajuste más grande de la historia de la humanidad” en el gasto público. Mientras ese proceso no consigue apoyos concretos por parte del mercado financiero, los resultados del ajuste comienzan a vislumbrarse con claridad en la ausencia del Estado nacional que exponen las tragedias como la ocurrida este fin de semana en Bahía Blanca.