El Presidente viajará por cuarta vez a Estados Unidos desde que fue electo
Este sábado Milei visitará la ciudad de Los Ángeles para asistir a una conferencia global de inversores
Desde finales de noviembre, después de ganar el balotaje, hasta ahora Javier Milei viajó tres veces a Estados Unidos y este fin de semana realizará su cuarto viaje al país del norte para participar del Foro del Instituto Milken, una conferencia global que nuclea a empresarios, banqueros, CEOs y principales fondos de inversión. Al igual que en las ocaciones anteriores, el Presidente no será recibido por Joe Biden ni ningún funcionario de la Casa Blanca. En cambio, se trata de una nueva gira privada del jefe de Estado.
Cada vez más lejos de su discurso de “austeridad”, el Presidente utilizará por primera vez el ARG-01, el avión presidencial adquirido durante la gestión de Alberto Fernández, que Milei se negaba a usar con el argumento de “no gastar de más”.
Sin embargo, después del alineamiento de Argentina con Israel, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich recomendó a Milei que deje de usar vuelos comerciales.
De esta manera, mientras que el oficialismo sostiene su aseveración de que "no hay plata", el mandatario hará una cuarta gira privada (tercera desde que asumió como Presidente) a Estados Unidos en el avión ARG-01.
Desde Casa Rosada sostienen que Milei participará del Foro del Instituto Milken para intentar conseguir inversiones que impulsen la economía. El jefe de Estado será uno de los principales ordarones del evento que se desarrollará entre el 5 y 8 de mayo.
El jefe de Estado estará acompañado por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro de Economía, Luis Caputo; la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; y el embajador designado en Estados Unidos, Gerardo Werthein.
La comitiva saldrá el sábado y será un viaje relámpago como el que realizó Milei en febrero pasado para participar de la CPAC y conseguir una foto con el ex presidente y nuevamente candidato presidencial Donald Trump; gira privada y fugar que le costó al Estado argentino un total de 37.965.241 millones de pesos, según un pedido de información pública hecho por el medio LetraP.