De a poco, comienza a configurarse el país que gobernará Javier Milei, y los movimientos sociales están llamados a ser un actor protagonista en lo que viene. En ese contexto cobran especial relevancia las elecciones desarrolladas esta semana en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, “el sindicato que representa y defiende los derechos de todas y todos los excluidos del mercado laboral, quienes nos inventamos nuestro propio trabajo para subsistir”, tal como la organización se define a sí misma. Con su antecedente directo en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), creada en 2011, la UTEP terminó de armarse con la incorporación de más movimientos sociales en 2019 y esta es la primera vez que renueva autoridades desde entonces.

Los comicios se desarrollaron en más de 500 puntos en todo el país, con una gran participación que superó las 250.000 personas de entre las más de 420.000 empadronadas para votar. “Nos sorprendió el alto grado de participación. Por lo que suelen ser las elecciones de sindicatos, donde suelen competir distintas listas, si un 30% del padrón participaba ya era un montón. En nuestro caso votó alrededor del 60%, y eso lo entendemos como una legitimación enorme de la conducción de la UTEP” señalaron a Diagonales desde la organización.

Efectivamente, en esta primera elección sólo se presentó la lista de unidad denominada “Celeste y Blanca por Tierra, Techo y Trabajo”, encabezada por el joven referente del Movimiento Evita, Alejandro Gramajo. “Miles de compañeros y compañeras de todo el país acudieron a votar masivamente para fortalecer un sindicato que va defender a los trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular. La institucionalización de la UTEP echa luz sobre un sector desde el cual venimos reclamando visibilización y políticas públicas específicas” exclamó tras los comicios Gramajo, quien comparte con Javier Milei el apodo de “Peluca”.

En un contexto de crisis de las representaciones políticas, con un reseteo obligado en puertas para las principales organizaciones y partidos del campo popular, desde la UTEP resaltan el hecho de haber consensuado una lista de unidad entre los principales movimientos sociales del país, así como también el desarrollo del acto electoral. “La legitimidad de haber logrado una síntesis de todos los movimientos sociales da cuenta de una manera nueva de hacer política, o al menos de una manera mucho más democrática, donde cada cual que representa algo tiene su lugar. En esa forma de hacer política se expresa la contundencia de la elección. Porque los compañeros no fueron a votar una competencia entre listas, fueron a legitimar esa síntesis. Una democracia popular” sintetizaron tras las elecciones a este medio.

La nueva conducción viene a reemplazar a referentes históricos como Esteban “Gringo” Castro, dirigente del Evita y presidente de la UTEP desde su conformación, el diputado nacional de la Corriente Clasista y Combativa, Juan Carlos Alderete, y el actual presidente del partido LA Patria de los Comunes PBA, Gildo Onorato, también dirigente del Movimiento Evita. Sin embargo, la alianza del trío de Los Cayetanos, el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la CCC, continúa al frente de la UTEP con nuevos dirigentes, así como también se sostuvo la pertenencia del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) y el Frente Darío Santillán, que tienen su terminal política en Juan Grabois. El peso específico de cada uno de estos movimientos sociales, los más importantes del país, y sólida alianza gremial entre ellos pone en un lugar excluyente a la UTEP de cara a lo que viene.

Las estimaciones a nivel nacional hablan de entre 8 y 12 millones de trabajadores de la economía popular, cifras que superan en general y en muchas provincias al empleo registrado. Ese universo es el que representa la UTEP, y para el cual viene impulsando desde hace años políticas públicas de reconocimiento y fomento. En marzo del 2021, el Ministerio de Trabajo reconoció a la UTEP como “representantes de la economía popular”, un nuevo sindicato al que se le otorgó su matrícula y el reconocimiento para mediar conflictos laborales del sector. 

Desde los movimientos sociales se muestran cautos y a la espera de lo que pueda ser el nuevo gobierno de Javier Milei. “No nos podemos anticipar a un gobierno que aún no ha asumido, no sabemos qué van a hacer, todos los días hay noticias diferentes, son una incógnita. No hay definiciones concretas porque estamos a la espera” señalaron a Diagonales ante la pregunta sobre cómo se preparan para el tiempo de ajustes que comenzará la semana que viene. Sin embargo, reconocen que “si hacen lo que dijeron que van a hacer, va a haber resistencia callejera porque a todo el mundo le va a llegar su turno, pero por ahora no hay posiciones definidas porque es aún una incógnita cómo será el proceso que viene”.

La lista de unidad fue encabezada por Alejandro “Peluca” Gramajo, un joven de 42 años que milita desde fines de los 90 en los movimientos sociales y actualmente es secretario dentro del Ministerio de Desarrollo Social, encargado de atender demandas de las unidades productivas del Programa Potenciar Trabajo. Gramajo será el nuevo Secretario General de la UTEP, y estará acompañado Dina Sánchez (Darío Santillán) y Norma Morales como Secretarias Generales Adjuntas. A su vez, Ramiro “vasco” Berdesegar, de la CCC, será Secretario General Adjunto para Organización.

Los movimientos sociales vienen trazando una estrecha alianza con la CGT en los últimos años, construyendo un polo del cual puede esperarse uno de los principales focos de resistencia si el gobierno de Milei avanza rápidamente con despidos masivos y quita de derechos a trabajadores. Justamente, la asunción de las nuevas autoridades de la UTEP será el próximo lunes 4 de diciembre en el salón Felipe Vallese de la sede Azopardo 802 de la CGT, y la máximas referencias del movimiento obrero organizado compartirán panel con la nueva dirigencia de los trabajadores de la Economía Popular.

“Creemos que en las experiencias de los movimientos sociales hay semillas para el futuro, hay soluciones para los problemas de la Argentina. En torno a cómo producir alimentos, cómo organizar el trabajo de formas alternativas, cómo resolver la salud, la educación. De esas agendas van a emanar referencias” concluyeron desde la UTEP en conversación con Diagonales, anticipando el tiempo que se viene y en el que están llamados a ser protagonistas.