Se sabe que el viernes entre la tarde noche y la medianoche es el momento predilecto por el presidente Javier Milei, y sus funcionarios y milicias digitales adeptas, para hacer las principales comunicaciones que tendrán efecto en la vida de millones de argentinos desde que asumió el 10 de diciembre del 2023. Pero con su posteo de las últimas horas los efectos devastadores se produjeron en pocos instantes.

El mandatario se metió solo en un escándalo que explotó en cuestión de minutos luego de que promocionara en su cuenta de redes sociales al token Libra. “¡¡¡La Argentina liberal crece!!”, había exclamado.

“Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos. El mundo quiere invertir en Argentina”, planteó antes de copiar el enlace que dirigía a los usuarios a comprar ese activo.

La maniobra de Milei se denomina efecto Pump and Dump que, según los especialistas en finanzas, se produce cuando una persona influyente promociona un activo, lo que hace que se aumente de forma exponencial la demanda y por lo tanto su precio. Pero lo más grave es el efecto caída: se produce cuando los primeros inversores venden sus activos en el pico de ola, lo que genera un desplome abrupto.

En solo cuestión de horas, Libra alcanzó una capitalización de mercado que llegó a equipararse con uno de los grandes bancos de la Argentina, por aproximadamente a los 6000 millones de dólares. Después del tuit de Milei, tenía una cotización a 5 dólares y su valor desplomó luego a los 0,6 dólares, afectando a miles de personas.

Esta maniobra generó ganancias por el 400 por ciento para los primeros inversores antes de que se difundiera el mensaje del Presidente y, sospechosamente, la cuenta de token está en manos de 5 direcciones en un 80 por ciento.

X de Diagonales

Cabe destacar que Libra está sindicado como un esquema de manipulación de precios de activos digitales sin mecanismos de seguridad, ni el respaldo de una red propia ni un desarrollo tecnológico sólido, como sí muestran otras criptomonedas consolidadas como Blockchain o Ethereum.  

Milei debió borrar el mensaje y se desligó de responsabilidades. “Hace unas horas publique un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tweet)”, se excusó sin ningún tapujo durante la medianoche.

A pesar de que en su último mensaje, el Presidente arremete contra la “casta política” por querer dejarlo mal parado, los hashtag “Milei estafador”, “Pelotudo” y “Presidente Ponzi” se esparcieron como tinta fresca en Twitter, siendo las tendencias más populares, lo que significa un fuerte golpe para el líder de La Libertad Avanza. En su propio “patio trasero”, el de la comunidad “crypto”.

Las acusaciones contra Milei no se hicieron esperar desde todo el arco político opositor, incluso de espacios que prestaron sus votos y generaron fraternidad en el primer año de gestión “libertaria” para que el oficialismo avanzara con todos sus principales líneas de acción del plan económico.

Referentes del peronismo, el radicalismo, de Encuentro Federal, todos coincidían en la gravedad del asunto: pocas manos se hicieron de millones de dólares en cuestión de horas con información privilegiada

El Presidente se expuso a pedidos de juicio político que comenzarán a multiplicarse el lunes, con acusaciones por haber violado la Ley de Ética Pública y la Ley de Entidades Financieras. También se cargará contra él por haber cometido los delitos de lavado de dinero y defraudación.

X de Diagonales

Este caso promete tener consecuencias políticas y judiciales. Tendrán un papel clave la Comisión Nacional de Valores y la Oficina Anticorrupción en todo esto, pero también la Justicia y el Congreso.  

Pero también puede significar un punto de pérdida de apoyo para el Gobierno, con un Milei que hasta ayer a la tarde noche se creía un Dios todopodoeroso. Y eso es lo que más le duele al mandatario.