El Gobierno de Javier Milei consiguió este martes su primer gran triunfo político con la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal. Tras el fracaso de febrero, el oficialismo tomó nota y dedicó los últimos meses a negociar con parte de la oposición y los dueños de muchos de los votos en el recinto: los gobernadores. Así, llegó a menos de un mes de su llamado al pacto de mayo a la media sanción de un instrumento legislativo medular para su proyecto político y económico que, de refrendarse las posiciones de las provincias en la Cámara Alta, no correría muchos riesgos de volver a caerse.

La estrategia del palo y la zanahoria resultó fundamental para el oficialismo y su relación con los gobernadores. Provincias desfinanciadas, ahogadas presupuestariamente con la suspensión total de las transferencias no automáticas desde el inicio del nuevo Gobierno, mostraron otra predisposición con el paso de los meses para negociar a la que habían marcado cuando Diputados volteó la Ley Ómnibus. Radicales, PRO, independientes y hasta algunos peronistas mandataron a sus legisladores a acompañar la medida y/o el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), uno de los puntos más calientes del debate de este inicio de semana en el Congreso.

La gran excepción estuvo en el mandatario bonaerense, Axel Kicillof, quien si bien no tiene diputados propios en el Congreso se mostró enfático en su rechazo a la ley y hasta pidió al Senado de la Nación que dé marcha atrás con su aprobación. No solo eso, mañana el gobernador volverá a ponerle el cuerpo a la resistencia, como viene haciendo en movilizaciones anteriores, y estará junto a la CGT en su convocatoria por el primero de mayo.

APOYOS DESDE LAS PROVINCIAS

En la previa se especulaba con cuál sería la actitud de los diputados que responden a gobernadores de algunas provincias en particular. Algunos de ellos eran los patagónicos, región en la que los altos salarios que se perciben en promedio serán más alcanzados para la reinstalación del impuesto a las ganancias que Sergio Massa había eliminado en la campaña del año pasado. Finalmente, los legisladores del sur argentino fueron claves en el apoyo a la ley, por ejemplo los dos santacruceños que responden a Claudio Vidal, de quién se esperaba una actitud más confrontativa. También los rionegrinos que responden a Alberto Weretilnek y el diputado neuquino Osvaldo Llancafilo, hombre del gobernador Rolo Figueroa, jugaron su voto en ese sentido.

El caso de los diputados de Río Negro resulta sintomático, ya que se movieron en tándem con el bloque Innovación Federal donde comparten bancada con legisladores de Salta y Misiones. Como Weretilnek, también Gustavo Sáenz y Hugo Passalacqua prestaron sus votos para la aprobación de la iniciativa del Gobierno.

Osvaldo Jaldo, por su parte, es el primero de los gobernadores del peronismo que saltó hacia el apoyo a Milei ya en el tratamiento anterior de la Ley Ómnibus. Este martes, los tres diputados del bloque Independencia que le responden respaldaron la versión abreviada de la ley que no logró prosperar en febrero. Los diputados cordobeses, bajo las órdenes de Martín Llaryora, y los santafecinos de Maximiliano Pullaro, tampoco plantearon los reparos de hace unos meses atrás y sumaron cuerpo al grueso del respaldo al oficialismo.

Por su parte, hubo votos que también se filtraron desde el peronismo, particularmente para la aprobación del RIGI. Fernanda Ávila, Silvana Ginocchio y Dante López Rodriguez de la Catamarca gobernada por Raúl Jalil, y los sanjuaninos Walberto Allende, Ana Aubone y Jorge Chica, resultaron fundamentales para aprobar uno de los corazones del paquete oficialista. Interesadas en las inversiones mineras y la explotación del litio, las provincias del NOA fueron claves para que el Gobierno se anotara también ese triunfo. La votación del primer capítulo del RIGI terminó con 134 votos a favor contra 109 en contra. Esto quiere decir que sin el apoyo de los diputados que responden al catamarqueño Jalil y el sanjuanino Sergio Uñac el oficialismo no hubiera alcanzado los 129 votos necesarios para el quórum.

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X de Axel Kicillof

GOBERNADOR DE LA RESISTENCIA

Kicillof no se metió el año pasado en la conformación de las listas legislativas, y es un extraño caso de un gobernador de la principal provincia del país que no tiene espadas propias para batallar en el Congreso. Sin embargo, desde su lugar, el mandatario bonaerense plantó bandera con un duro mensaje contra la aprobación de la ley. “El Senado tiene que rechazar la Ley Bases de Milei. Es una ley que institucionaliza la deserción del Estado Nacional de sus obligaciones más elementales, que consagra privilegios, deteriora derechos, resigna soberanía y profundiza la desigualdad. La ley de Milei sienta las bases para desintegrar el Estado y que en Argentina impere la ley de la selva” tuiteó poco después de la media sanción en la Cámara Baja.

Kicillof, siguiendo una línea que mantiene desde la asunción del nuevo Gobierno nacional y que fue refrendada el sábado pasado por la propia CFK, centró sus críticas en los resultados de la gestión de Milei y lo que implicaría darle rienda suelta para que profundice ese rumbo: “Lo que pretenden es legalizar los destrozos que ya están haciendo: caída récord de salarios y jubilaciones, recesión, despidos y desempleo, paralización de la obra pública, atropello a las provincias, tarifazos despiadados y entrega del patrimonio nacional” afirmó, agregando que “no es buena idea darle superpoderes a un presidente tan alejado de la realidad, que no es capaz ni de gobernar sus propios impulsos que descarga sobre cualquiera que manifieste una crítica”.

Fuertemente posicionado en el lugar de un líder de la oposición, Kicillof criticó también a las posiciones colaboracionistas que facilitaron el triunfo legislativo y político de Milei: “Dicen que "hay que darle herramientas al presidente". Me pregunto ¿para qué usará esas herramientas un presidente que considera que el Estado es una organización criminal, que ataca a la Universidad pública y que llama héroes a quienes fugan dólares? No son las bases para refundar la Argentina, son las bases para fundirla. Entrega a los jubilados, a la clase media, a los trabajadores, a los pequeños productores, a las pymes, para beneficiar al puñado más rico y poderoso” disparó en su mensaje publicado en la red social X.

Kicillof fue el más picante en su rechazo a la ley de todos los gobernadores de UP. Algunos prefirieron no expresarse al respecto, como el formoseño Gildo Insfrán, el santiagueño Gerardo Zamora, el fueguino Gustavo Melella o el ya mencionado Alberto Weretilnek. Otros tuvieron respuestas más tibias, como el pampeano Sergio Zilioto, que apenas retuiteó un posteo del diputado de su provincia Ariel Rauschenberger en el que se critica el carácter centralista y perjudicial para el interior de la ley; o el riojano Ricardo Quintela, que pidió “reflexionar acerca del enorme retroceso que tendremos como Nación con la aprobación de la Ley de Bases”, a la que llamó una “imposición del Ejecutivo Nacional solamente propone beneficios para los grupos económicos más poderosos de Argentina, dejando de lado todos los derechos que los trabajadores y trabajadoras han obtenido a lo largo de nuestra historia”.

Lejos de cualquier titubeo, Kicillof volverá a ponerle el cuerpo a la resistencia al Gobierno nacional este miércoles, cuando acompañe la movilización que la CGT organiza con motivo del primero de mayo, pero que claramente estará orientada al rechazo a las medidas del oficialismo como la reforma laboral o la restitución del impuesto a las ganancias. Será, de esta manera, una nueva instancia en la que el gobernador acompañe en la calle los reclamos de los trabajadores y otros sectores afectados por el rumbo económico del Gobierno de Milei.

El pasado 24 de enero, en ocasión del paro general convocado por la CGT en rechazo al DNU y el tratamiento de la ley ómnibus, el gobernador bonaerense fue una figura clave de la marcha, a la que asistió con buena parte de la tropa de funcionarios e intendentes bonaerenses que lo respaldan. Unos meses después, el pasado 24 de marzo, Kicillof volvió a encabezar una columna bonaerense que llegó con un camión propio cargado de dirigentes y madres de plaza de mayo, ocupando nuevamente la centralidad de la oposición a Milei. Más cerca en el tiempo, el pasado 23 de abril, el gobernador se movilizó junto a la comunidad universitaria en defensa de la universidad y la educación pública en lo que fue la histórica marcha que colmó el centro político del país entre el Congreso y la Plaza de Mayo.

Este miércoles Kicillof volverá a la calle, reafirmando el rol en el que también la gran mayoría del peronismo le pide que esté: al frente de la oposición política al Gobierno nacional. Tras lo que fue un fin de semana marcado por la reaparición de CFK, sus críticas a Milei y su pedido interno por “dejar de discutir pelotudeces”, el gobernador se mantiene firme en su doble juego de garantizar la gestión de la principal provincia del país sin abandonar ni suavizar su postura opositora, y se va consolidando cada vez más en el espejo en el que cualquier líder que aspire a encabezar o ser parte de la conducción de la resistencia deberá mirarse indefectiblemente