Gremios docentes alertan sobre la instigación a que las escuelas se rebelen contra el Gobierno
Desde SADOP denunciaron la decisión de un colegio de continuar la presencialidad por cuenta propia, en sintonía con el fogoneo de sectores políticos
En plena puesta en marcha de las nuevas disposiciones del Gobierno, la vuelta a las clases virtuales se ubicó en el centro de todas las discusiones. Por ello, desde el sector sindical alertan sobre la instigación a que los establecimientos educativos desconozcan las directivas oficiales y busquen mantener la presencialidad por cuenta propia.
Uno de los casos que destapó la olla del conflicto fue el del colegio platense ESSERI, que ayer comunicó la decisión de apelar a la Justicia para exigir continuar con las clases presenciales, tras resolverlo en un presunto consenso entre padres, docentes y directivos. Desde el gremio de docentes del ámbito privado SADOP, lanzaron hoy una fuerte respuesta donde rechazan esta medida y alertan sobre la peligrosidad de este desconocimiento de las directivas del Gobierno.
Según SADOP, esta decisión no solo “pone en riesgo la salud de todo el colectivo que concurre a dicho establecimiento, sino también atentando contra las propias estructuras legales del Estado de Derecho, lindando el acto de sedición”.
En el texto, el gremio plantea: “En su comunicado, los propietarios del Colegio ESSERI argumentan que son ‘únicamente un Colegio’, entonces ¿Qué son?¿Un Estado paralelo con el poder de instaurar sus propias leyes?”.
El conflicto entre el gremio y el colegio toma temperatura en un contexto donde la oposición política ha enviado fuertes señales de fomento a que padres, estudiantes e instituciones manifiesten su descontento con las medidas de restricción. El caso del ESSERI, en tanto, abre la puerta a que otras instituciones tomen fuerza para ejercer su propia “desobediencia”, en especial con un escenario de fuerte cuestionamiento a los sindicatos docentes.
En la ciudad de La Plata, sin ir más lejos, la diputada de Juntos por el Cambio, Carolina Píparo, fue una de las figuras que encabezó el “ruidazo” para exigir que no se suspendan las clases presenciales. “No es una frase armada, es una realidad: No hay futuro posible sin educación, los niños no merecen pagar el costo de esta pésima gestión ni el de tanta improvisación”, expresó Píparo a través de las redes.
En un momento de extrema delicadeza sanitaria, la discusión por la presencialidad en los colegios corre riesgo de convertirse en un terreno de batalla más entre oficialismo y oposición, donde sean las propias instituciones educativas las que tomen partido en “la grieta”.