Las relaciones bilaterales entre España y Argentina enfrentan el mayor cortocircuito de su historia moderna como consecuencia de los dichos de Javier Milei en la cumbre de la ultraderecha organizada por el VOX en Madrid. El mandatario argentino no sólo viajó al país europeo por motivaciones personales, sino que lo hizo en año electoral, acusó públicamente de “corrupta” a la esposa del presidente Pedro Sánchez y desató un escándalo internacional. Sin embargo, el jefe de Estado argentino se negó a pedir disculpas y, llamativamente, exigió que la administración española sea la que pida perdón. 

Así lo confirmó este lunes el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa. Frente a los periodistas acreditados en Casa Rosada, el portavoz destacó “el exitoso viaje que tuvo el presidente Milei por España” y “el discurso del Presidente en el evento Europa Viva 24, donde defendió los valores que hicieron de Occidente una tierra próspera, como la libertad, la vida y la propiedad privada”. 

“Tras años de escuchar mimos a las almas bellas del Poder Internacional y la Agenda 2030, el presidente Milei habló con la verdad, como lo ha hecho en cualquier país, en cualquier escenario y ante cualquier auditorio. El Presidente defendió las ideas que sacaron a millones de seres humanos de la pobreza”, expresó Adorni en una ratificación de las palabras del jefe de Estado argentino; incluso los insultos al actual gobierno español.

Sin embargo, para Adorni no hubo ninguna falta de respeto y aunque Milei habló específicamente sobre “la mujer del presidente”, el vocero aseguró que no se refirió “a nadie en particular” y consideró que la reacción del Ejecutivo español fue “impulsiva”. 

“Respecto a las llamativas e impulsivas amenazas del Ministro de Relaciones Exteriores del Reino de España, aclararles que no entendemos el motivo de su resquemor. El Presidente argentino no hizo mención a nadie en particular. Llama poderosamente la atención que se pongan en tensión las relaciones entre dos países históricamente hermanados por una decisión poco meditada y confiamos en que, superadas por supuesto las instancias electorales en Europa, que motivan estas acciones, podamos reconducir las relaciones”, indicó Adorni. 

Es que tras los dichos de Milei, el canciller español José Manuel Albares llamó a su embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez, exigió “disculpas públicas” de Milei y la advirtió de que en caso de que no concrete tomarán “todas las medidas” que consideren oportunas para “defender la soberanía y dignidad”.

Sin embargo, Adorni y el ministro del Interior, Guillermo Francos, aseguraron que Milei no pedirá perdón ni se retractará, En cambio, el Gobierno argentino instó a que “los funcionarios del Reino de España pidan disculpas por los agravios que se le endilgaron al Presidente Javier Milei, entre ellos el de consumir sustancias, el de ser un gobierno del odio, el de ser un ejemplo de negacionismo y el de atentar contra la Democracia”. 

“Si el Presidente y los funcionarios del Reino de España se quieren hacer cargo de las críticas que el Presidente MilEI vertió hacia el socialismo y la corrupción, no es un problema de nuestra República. Como se dice vulgarmente, al que le quepa el sallo que se lo ponga”, añadió Adorni.

Más adelante, el funcionario afirmó que no les preocupa “la reacción diplomática” del gobierno de España “porque no hay razón para que la haya”. 

"El Presidente jamás pondría en riesgo la relación diplomática con ningún país”, señaló. “La relación entre los pueblos está muy por encima de las diferencias que pueda haber entre dos personas, aquí no hay un problema diplomático, no vemos que lo ocurrido tenga absolutamente nada que ver con las relaciones diplomáticas. Ante tantos insultos y descalificaciones de miembros del gobierno español, nosotros jamás hemos involucrado a las relaciones diplomáticas. Fue un intercambio entre dos personas”, concluyó.