En el primer día de la Cumbre del G20, el presidente Javier Milei firmó el documento final del encuentro pero presentó varias objeciones vinculadas a la erradicación de la pobreza, la lucha contra el cambio climático, el cuidado del agua, la igualdad de género y mejoras en la educación. 

En su intervención, el jefe de Estado argentino rechazó "la noción de que una mayor intervención estatal es la forma de luchar contra el hambre”.

En cambio, Milei aseguró ante el resto de los líderes internacionales que integran el G20 que “si queremos erradicar la pobreza, la solución está en corrernos del medio”.

“Sea por malicia o ignorancia, la mayoría de los gobiernos modernos han insistido en un error. El error de que para combatir el hambre y la pobreza hace falta mayor intervención estatal y mayor planificación centralizada de la economía”, consideró el mandatario. 

"Nuestra administración tiene una posición simple: si queremos luchar contra el hambre y erradicar la pobreza, la solución está en corrernos del medio”, insistió. “Debemos desregular la actividad económica para liberar el mercado y facilitar el comercio, y que el intercambio voluntario de bienes y servicios traiga prosperidad”, continuó.

“Nunca verán a nuestra administración defender propuestas que impliquen mayor presión fiscal, ni propuestas de desarrollo sostenible que prioricen caprichos de políticos con la panza llena en países ricos, cuando los países pobres necesitan explotar sus recursos para salir de la pobreza. Voy a decirlo de nuevo, lo único que funciona para sacar a miles de millones de la pobreza es el capitalismo de libre empresa”, enfatizó.

La intervención de Milei expuso una posición radicalmente opuesta a la del presidente anfitrión de la Cumbre, Lula Da Silva. Tras un frío saludo entre ambos, quedó descartada una reunión bilateral con el presidente Brasil, el principal socio comercial de Argentina.