El próximo miércoles, la Cámara de Diputados tratará el veto del presidente Javier Milei a la ley de reforma jubilatoria que busca mejorar los ingresos provisionales. A días del debate en el recinto, oficialismo y oposición ya comenzaron con el poroteo y las negociaciones a contrarreloj. 

Para revertir un veto presidencial hacen falta 2/3 de los votos de los legisladores presentes es decir que si se presentan los 257 diputados que la integran, la oposición necesitaría 172 votos en contra del veto para que la discusión pase al Senado. 

Hasta la fecha, alrededor de 162 legisladores podrían votar a favor de la ley: 99 de Unión por la Patria, 34 de Unión Cívica Radical, 16 de Encuentro Federal, 6 de la Coalición Cívica, 5 del Frente de Izquierda y 8 de Innovación Federal.

Mientras tanto, Casa Rosada renueva su alianza legislativa con el PRO. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, era quien llevaba adelante las negociaciones con el bloque amarillo y gobernadores para intentar sumar votos a favor del rechazo presidencial a la iniciativa o, al menos, lograr que sus diputados no se presenten en el recinto. 

Con Francos recuperándose de un cuadro gastrointestinal, el Gobierno no puede perder tiempo y avanza con las negociaciones. Este lunes,  los diputados Cristian Ritondo, Silvia Lospennato y Silvana Giudci del PRO asistirán a una reunión en Casa Rosada de la que también participarán Martín Menem  y Gabriel Bornoroni de La Libertad Avanza y el representante del MID, ex LLA, Oscar Zago. 

El oficialismo busca bloquear la posibilidad que la oposición logre los dos tercios de los integrantes presentes de la Cámara y rechacen el veto de Javier Milei a la ley de Movilidad Jubilatoria. Sin embargo, saben que les espera una tarea difícil. 

Juntos, La Libertad Avanza, el PRO y el MID alcanzan la suma de 77 diputados nacionales, aunque consideran que podrían perder al larretista Álvaro González. 

Es allí donde Francos jugó un rol esencial al negociar con gobernadores para buscar que algunos legisladores, especialmente aquellos que pertenecen a fuerzas provinciales, voten en contra del rechazo al veto o que directamente se ausenten del recinto. Con el jefe de Gabinete recuperándose lejos de la actividad, la búsqueda de acuerdos y aliados continúa.