La oposición se encolumna detrás de las críticas al juicio a la Corte Suprema
A los señalamientos de los últimos días lanzados por Macri, Llaryora y Schiaretti se suman al cuestionamiento al juicio político
Mientras avanza la campaña en todas las fuerzas políticas, la oposición sigue firme en sus señalamientos al oficialismo, en este caso con el foco puesto en el juicio político a la Corte Suprema de la Nación, blanco que fue revivido esta semana por varios actores. Luego de los comentarios realizados por Mauricio Macri, se plegaron ahora Juan Schiaretti y el gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora.
“Ratifico la defensa absoluta del federalismo y la institucionalidad en nuestro país, rechazando el proceso de Juicio Político a la Corte Suprema, en consonancia con Juan Schiaretti”, expresó Llaryora, en línea con las críticas lanzadas por el mandatario cordobés ahora en retirada.
“Una vez más quiero hacer público mi categórico rechazo al pretendido juicio político a la Corte Suprema que impulsa el gobierno kirchnerista del ministro Sergio Massa”, habían sido las palabras de Schiaretti, publicadas el viernes pasado, en referencia al proceso iniciado por el Gobierno contra los ministros del máximo tribunal.
En tanto, las palabras ahora lanzadas por el gobernador electo de Córdoba se dan en un escenario donde Massa viene a proclamar un “gobierno de unidad”, en un intento por sanear diferencias con la esfera política y aglutinar fuerzas contra la oposición de Javier Milei y la alianza PRO. En esa sintonía fue el discurso del candidato de Unión por la Patria en su paso por la provincia mediterránea.
“Voy a ser el Presidente que abrace definitivamente a Córdoba para terminar con tantos años de desencuentro. Voy a llamar al gobernador Llaryora: le voy a decir que armemos la agenda, porque Córdoba es el corazón de la Argentina y tenemos cuatro años de trabajo juntos”, prometió el ministro de Economía al encabezar un acto en el estadio cubierto del Club Atlético General Paz Juniors.
En tanto, la respuesta de Schiaretti y Llaryora puso el dedo en la llaga de la “agenda K”, en la que la oposición ubicó el caso del juicio político a la Corte Suprema.