En medio de manifestaciones y cortes en rechazo a su figura llegó el primer mandatario israelí Benjamín Netanyahu a nuestro país. Si bien la presencia del mismo tiene como uno de sus objetivos principales la visita a la Amia y a la Embajada de Israel para homenajear a las víctimas de los atentados de 1992 y 1994, la realidad es que la mayor expectativa giró en torno a la posibilidad de generar avances comerciales en la relación entre ambos países.

En este sentido, la reunión llevada a cabo en el día de ayer con el Presidente Mauricio Macri, arrojó la intención de trabajar en conjunto entre ambos países en temas de mutuo interés, específicamente en lo relativo a lo comercial. Así lo confirmó el Presidente argentino, quien expresó que esta visita es “un gesto de confianza hacia esta nueva etapa de cambios”, luego de afirmar que los empresarios israelíes “están interesados en aprovechar oportunidades” y “generar nuevos negocios”.

De todas formas, es importante remarcar que la llegada de Netanyahu ha generado fuertes disidencias en la opinión pública: por un lado quienes tienen expectativas en torno a los acuerdos que se puedan generar; por otro, quienes han criticado fehacientemente la visita del mandatario principalmente por su cuestionado accionar en lo relativo a la cuestión de Palestina.

Estas críticas se han expresado no sólo en las mencionadas manifestaciones ocurridas entre ayer y hoy en la ciudad de Buenos Aires sino que también varias figuras públicas han declarado su rechazo a la llegada del Primer Ministro israelí. Un ejemplo fue el caso del Premio Nobel de la Paz Roberto Esquivel, quien recordó que fue Netanyahu quien rechazó la extradición pedida por Argentina del represor Teodoro Gauto, quien está acusado de haber cometido delitos de lesa humanidad en la última dictadura cívico-militar.

Es en este sentido que ha sido criticada la reunión entre los mandatarios de ambos países, en la cual ni la cuestión de los Derechos Humanos ni la cuestión de Palestina forman parte de la agenda de trabajo, sino que, por el contrario, la visita se enmarca dentro de la relación estratégico comercial que se intenta forjar entre Israel y América Latina.

Es con respecto a este acercamiento comercial buscado con Israel que el oficialismo se ha mostrado optimista y, del mismo modo, lo ha hecho el representante de Israel, quien afirmó que "esta visita fortalecerá nuestros lazos económicos, de seguridad y tecnológicos con América Latina, y esto constituye la continuación del fortalecimiento de la posición internacional de Israel, un proceso sistemático que estamos liderando con éxito".

Por último, es importante entender que esta visita se enmarca en la estrategia de política exterior llevada a cabo por la gestión de Mauricio Macri, quien en reiteradas ocasiones ha remarcado la necesidad de “atraer inversiones” a la Argentina. Necesidad que hasta el día de hoy no ha sido cubierta de acuerdo a lo planeado por el macrismo.