Mientras continúa la polémica por la visita que hicieron diputados nacionales a represores de la última dictadura condenados por crímenes de lesa humanidad, Lilia Lemoine se despegó del escándalo y apuntó directamente contra Victoria Villarruel avivando así la interna del Gobierno. 

Entre los genocidas con los que se reunieron los legisladores de La Libertad Avanza se encontraba Mario "El Cura" Marcote, miembro del Servicio de Informaciones que funcionaba en el Centro Clandestino de Detención en la ex Jefatura de Rosario y Alfredo Astiz, denominado "El ángel de la muerte".

Luego de que se conociera el hecho y que circulara la foto de los diputados en el penal de Ezeiza, Javier Milei y su entorno enseguida intentaron despegarse del hecho. Desde el Gobierno esperaban que Villarruel quedara expuesta, sin embargo fueron Martín Menem y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich quienes terminaron pegados en la polémica. 

En ese contexto, Lemoine apuntó contra la vicepresidenta. "Un grupo de diputados que le responden a Victoria Villarruel fueron a visitar a Astiz, y qué dice Victoria al respecto... ¿Dijo algo? Porque yo no la vi pronunciarse", cuestionó. 

“¿Por qué carajo no saltó?”, exclamó y, acto seguido, en un intento de despegar al resto del Gobierno agregó: "No es el leit motiv de los libertarios. Nosotros estamos preocupados por la pobreza, por la inflación, por la inseguridad, porque aparezca Loan, a que no haya violadores sueltos en la calle".

Lemoine también recordó que durante la campaña electoral Villarruel había organizado un “homenaje a las víctimas del terrorismo” en la Legislatura porteña y que en medio de la manifestación en contra que hubo en el exterior, ella fue atacada. “A mí durante la campaña me rociaron con nafta unos anarquistas chiflados, hay un juicio que me lo están pateando y le cambiaron la carátula. Estoy caliente por eso. Estaba trabajando, tenía que ir a la Legislatura, y me tiraron con nafta unos enfermos que tenían bombas molotov, que no eran para mí, eran para Victoria claramente. Y yo esperaba que Victoria me dijera: ‘¿Estás bien? ¿Te pasó algo?’. Y nada, ni una palabra”, recriminó.

“Ahora cuando pasa todo esto digo: ‘Pará un cacho, yo me tengo que comer todos los golpes por la ideología de otro, que encima no responde’”, lanzó y consideró que la presidenta del Senado “no tiene que ocultarse”.